En consecuencia, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) ha convocado a una interrupción del servicio de las líneas B y C de 22 hs. al cierre del servicio, con una hora previa de liberación de molinetes en las estaciones Alem y Rosas (de la Línea B) y Constitución y Retiro (Línea C).
“Somos conscientes de que el asbesto mata”, señaló el Secretario General de AGTSyP, Roberto Pianelli. “Ya se ha llevado la vida de tres trabajadores del subte y ha afectado a otros 84 trabajadores por el momento, entre ellos seis con cáncer y una pasajera. Exigimos un resguardo para nuestra salud con mejores condiciones de vida”.
El asbesto es un mineral fibroso utilizado en la fabricación de materiales de construcción y de transporte hasta que se descubrió que podía causar cáncer y otras enfermedades respiratorias. En Argentina, su uso está prohibido desde 2001, pero muchos edificios y medios de transporte construidos antes de esa fecha todavía contienen asbesto. Los trabajadores del subte en Buenos Aires están expuestos al asbesto mientras realizan tareas de mantenimiento en los trenes y las vías.
La AGTSyP ha convocado a una conferencia de prensa en la Estación Constitución a las 21 horas para atender a los medios de comunicación sobre las medidas de autodefensa que se llevarán a cabo en las líneas B y C. Los trabajadores del subte están comprometidos con su lucha por proteger su salud y continuarán tomando medidas hasta que se satisfagan sus demandas.
A raíz de la solicitud de reducción de la jornada laboral semanal, la concesionaria EMOVA emitió un comunicado con argumentos que fueron aclarados por los metrodelegados.
En primer lugar, la empresa afirma que el asbesto no representa riesgo alguno para la salud. La Superintendencia de Riesgos del Trabajo reconoció que dos trabajadores fallecieron de cáncer por exposición a asbesto en el subterráneo.
Un trabajador jubilado murió de cáncer en 2020, su caso está en proceso de reconocimiento. Ochenta y cuatro empleados tuvieron afección en la Pleura, seis desarrollaron cáncer por exposición a asbesto en su puesto de trabajo. Una pasajera fue reconocida como afectada en el Amparo Ambiental que tramita en la justicia.
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso, Administrativo y Tributario, dejó firme el amparo ambiental que presentó el sindicato. En el fallo que se conoció el 17/2/2023, señaló: “Adviértase que ha quedado demostrado que la exposición al asbesto es determinante de riesgo y que su presencia puede ocasionar un grave daño ambiental y a la salud, independientemente de las concentraciones existentes.”
A pesar de las estadísticas y de las evidencias, no hay un plan de desasbestización para la red.
A partir del año 2018, el sindicato presentó pruebas positivas de piezas con asbesto de distintas flotas en circulación, en componentes de talleres y estaciones. Desde entonces, impulsaron medidas al respecto y exigieron un plan integral de desasbestización. Un plan de estas características implica que se apruebe y designe el presupuesto para dicho proceso. Algo que no existe a la fecha
EMOVA no elaboró si quiera el inventario de piezas contaminadas, ni indicó las instalaciones que contienen asbesto.
En los Metros de Madrid y Santiago, dos de los ejemplos citados por EMOVA en su comunicado, fueron las empresas quienes detectaron e iniciaron el proceso para erradicar el contaminante, para luego elaborar los planes de acción que se están ejecutando.
Distinto fue el caso de Buenos Aires: La concesionaria EMOVA y la empresa SBASE – propietaria del Subte- le ocultaron durante años a los trabajadores la presencia de asbesto en la red, a pesar de que la presencia del componente figuraba en los manuales de los trenes. Cuando desde el sindicato manifestaron a EMOVA su sospecha sobre la contaminación, la empresa lo negó.
Fue gracias al accionar del sindicato que se lograron avances en el ámbito subterráneo y en la justicia. Pero pasaron cinco años y todavía no hay un plan en ejecución. Mientras, EMOVA contrata personal fuera de convenio, y sin habilitación, para manipular asbesto y sigue demorada la compra de flota nueva para la línea B.
Durante la pandemia, los trabajadores formalizaron el pedido de dos francos para reducir la exposición al asbesto. En aquel momento, la empresa podría haber actuado con responsabilidad, y compensar el daño provocado a la salud, firmando una mejora en la jornada de trabajo y de descanso semanal.
Los trabajadores del Subte, en sintonía con los países más avanzados del mundo,
están solicitando la reducción de la semana laboral. Emova está eligiendo maximizar sus ganancias a costa del servicio y de la salud de los empleados.