
Un cine de barrio, soñado por Monseñor Copello de la Parroquia Tránsito de la Santísima Virgen, en la calle Perón 3330 de la ciudad de Buenos Aires, fue inaugurado en 1937. El objetivo era promover una actividad social, cultural y educativa. Quería crear un espacio para reunir a los vecinos, a los chicos del barrio y a las familias.
Con el paso del tiempo no se pudo mantener la logística, el cine dejó de funcionar y con los años, se convirtió en un galpón abandonado. Pero, por iniciativa del padre Eduardo Tesone, párroco actual de la Parroquia, hace cuatro años se decidió recuperar el lugar, y hoy allí funciona el Centro Cultural Molokai.
“Nos pusimos el lugar al hombro y decidimos volver a darle vida como espacio cultural”, cuenta Lourdes Cabanillas, directora del Centro Cultural, en diálogo con Abran Paso.
Realizaron tareas de acondicionamiento y trabajaron sobre las paredes que quedaron con ladrillos a la vista. El galpón, que tiene forma de cubo y una dimensión de 300 metros cuadrados y 9 metros de altura, se inauguró hace dos años con actividades y talleres abiertos a la comunidad, retomando las ganas de reunir a las familias de la zona del Abasto.
La propuesta de los talleres que ofrecen, intenta incluir a todas las franjas etáreas que componen la comunidad. El espacio busca combatir la exclusión y la discriminación, creando escenarios alternativos para que los vecinos puedan acercarse a participar.
Cuentan con actividades para los más chicos, pensadas desde el teatro infantil, danzas típicas; clases de guitarra para adolescentes y adultos, patín artístico, y lecciones de tango para todos los niveles con la profesora Paola Tacchetti, integrante de TangoReQueer.
“Sabemos que el Abasto es un lugar emblemático del tango y por eso ponemos el foco en trabajar con esa actividad para los vecinos y las familias del barrio”, dice Lourdes.
El Molokai marcó una impronta a finales de 2017, con Ignacio González Cano, director, coreógrafo y coordinador de Extensión de la Universidad Nacional de las Artes, comenzaron a diseñar una actividad específica de tango y milonga y al resultado de ese trabajo lo denominaron “Santo domingo”.
“Santo domingo” es una actividad que propicia el encuentro entre vecinos los días domingo. Comienza a las 20 hs. con una clase de tango con bailarines experimentados y novatos, donde participan profesores de primera línea. A las 21 hs. se presenta un espectáculo con el cuerpo de bailarines profesionales de la Compañía Tempotango que dirige González Cano y a las 23 hs. arranca el “baile popular” que se extiende hasta las 0.30 hs. aproximadamente, ya que el lunes se trabaja. Se disfruta del espacio, del tango y la milonga.
Con su puesta en marcha se fueron acercaron al centro cultural muchos vecinos, tanto argentinos, como de diferentes comunidades, sobre todo de países limítrofes, pero también peruanos, colombianos, venezolanos y de países asiáticos.
“Me parece interesante que a través de la cultura y el arte que ofrecemos, se puedan acercar los distintos intereses y gustos que tienen las comunidades, con la identidad que tiene el barrio. Estando a solo cinco cuadras de donde nació Gardel, se insiste en el tango como instancia puente y unificadora”, sostiene Lourdes Cabanillas.
La respuesta a la actividad fue muy positiva, logrando que se acerquen muchas personas del barrio, Adultos mayores, que no entraban al lugar desde los ‘70 y hoy van a bailar, así como también jóvenes estudiantes.
El Molokai alberga la posibilidad de reconstruir parte de la historia de origen, para contar una nueva historia a través de la inclusión cultural y el desarrollo de piezas creativas; hacia la construcción del tejido social, la integración y el fortalecimiento de los lazos sociales.