Andrea Dileo, boticaria de Farmacia Azul ubicada en Balvanera, dio detalles sobre la nueva prueba de COVID y destacó la importancia de la empatía y la responsabilidad en esta nueva etapa de la pandemia. Por Ximena González y Martín Bustamante.
Con la aparición de la variante Ómicron en el país, la cantidad de positivos de coronavirus volvió a subir, y con ese incremento también creció la cantidad de personas que asistían a los centros de testeo. Por eso, la ANMAT y el Gobierno Nacional decidieron habilitar los sistemas de autotest, con el fin de reducir la circulación de la enfermedad sin colapsar los establecimientos.
El dispositivo fue aprobado el 5 de enero y puede comprarse en farmacias, aunque todavía no en todas debido al desarrollo que requiere para los comercios. Al respecto, Andrea Dileo, trabajadora de la tradicional botica de la Avenida Entre Ríos 299 (Balvanera, Comuna 3), explicó: “En los comercios se va a hacer un registro online de los datos personales del paciente y el número de serie del dispositivo, que se van a informar al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud. Cuando esté el resultado, la persona lo puede notificar a través de una aplicación o una web, o a través de la farmacia. Ahí va a haber un seguimiento porque si la persona no inscribió el resultado, el local tiene un tiempo para comunicarse con él y pedírselo. La finalidad justamente es detectar casos positivos y reducir esa transmisión del virus, no que quede ahí”.
Pero además del rastro del resultado, los negocios deberían activar un protocolo para alcanzarle la prueba a aquellas personas con síntomas, para que no salgan de sus casas, ni contagien al empleado del establecimiento. Debido a esta reestructuración es que Farmacia Azul todavía no lo está implementando. “Es un seguimiento y es poner al farmacéutico en ese puesto. Seguramente al adherirse a la iniciativa, se tiene que hacer todo un protocolo de pautas a seguir a nivel trazabilidad de los datos del comprador y la entrega de resultados. Es la primera vez que se reportan resultados sobre algo que se vende”, sostuvo Andrea.
También expuso que en caso de ser contacto estrecho, hay que esperar cinco días para hacer la autoevaluación. En caso de tener síntomas, se hace la prueba y se informan los datos. En ambas circunstancias es importante seguir manteniendo los cuidados y el aislamiento requerido para cada ocasión y, según resaltó Dileo, es fundamental entender que los resultados del autotest son orientativos, es decir que aunque de negativo no se puede descartar tener COVID.
“Depende de la toma de la muestra, que no es de una persona que está acostumbrada a hacerlo y por ende tiene que entender todo el mecanismo de manipulación y procedimiento con anterioridad para realizarlo con éxito y apenas se abre el envase. O el individuo puede encontrarse en el periodo de incubación o tener una carga viral que todavía no llegó al umbral de detección. Entonces vas a dar negativo y quizás no lo seas”, confirmó.
En cuanto al rol que cumplió el comercio de la Comuna 3, la boticaria expresó: “Somos un eslabón de una cadena, junto con montón de otras entidades y con los médicos. Tratamos justamente de trabajar en equipo para que el paciente se sienta contenido. Eso hizo la farmacia desde el primer momento, cuando había gente sola o grande que por ahí no sabía utilizar las aplicaciones del celular y nosotros tratamos desde nuestro lugar de que se sientan lo mejor posible dentro de la situación que nos tocó vivir. En esta etapa, donde hay más gente vacunada y somos más optimistas, tenemos que permitir que estos test sirvan para la finalidad que tienen, que es que disminuya la propagación de este virus”.
Al tiempo que agregó: “Amo mi profesión y trato de ser lo más práctica posible, para que al usuario le llegue la información de manera que la entienda. No sirve decidir hacer las autoevaluaciones y que la gente se vaya sin saber usarlas o con cualquier duda que tenga. Estamos a disposición de sus dudas”.
Además, destacó que es necesario tener empatía en el panorama actual: “Hay cosas que la gente que se acerca a la farmacia fue aprendiendo y otras que no. Hay personas que por ahí la pasaron muy mal y que no les sirvió para bien sino que al contrario,se cerraron más. Uno en este caso tiene que ser empático. Esto nos tiene que dejar una enseñanza, tener empatía hacia el prójimo y brindarle lo que el otro necesita. A mi no me sirve tener los conocimientos si no le llegan a la otra persona. Esto es colaborar, ser parte de una cadena para que todo fluya. Porque el médico cumple un rol fundamental pero quizás nosotros podemos ser como una segunda`instancia a ese paciente que estuvo en frente del médico y estaba nervioso o tal vez no entendió la manera de realizar el autotest, o para sacarse las dudas del dia a dia y que no sienta que es una tontería su pregunta”, aseguró.
Y habló de la responsabilidad que debemos asumir en torno a la transmisión de la enfermedad, tanto en la toma de resultados como en lo que cada uno tiene que hacer en caso de tener síntomas o ser contacto estrecho. “Hay cosas que no podemos evitar, como que se modifique el virus, pero cada uno puede ser, desde su lugar, un eslabón para que esto disminuya. Y ojalá pronto estemos hablando de otra cosa, que sea un futuro diferente”, concluyó.