
La situación ocurre tras la asunción de BASA como nueva gerenciadora. Aducen “motivos empresariales”, pero los trabajadores denuncian persecución.
Los despidieron, presentaron un amparo y volvieron a sus puestos. Sin embargo, ahora las autoridades del Centro Gallego de Buenos Aires, pese a la medida judicial, envió nuevos telegramas de despido a delegadas sindicales en la que constituye una nueva crisis laboral en el centenario centro de salud de Belgrano y Pasco.
El Gallego estuvo desde 2012 intervenido por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. En mayo de este año hubo una asamblea extraordinaria de socios que votaron para que Buenos Aires Salud (BASA) gestione el lugar por 30 años. Semanas más tarde se hizo el acto de reapertura.
En ese contexto, parecía que el Centro Gallego dejaba atrás los años de turbulencia administrativa, económica y laboral. Sin embargo, en julio hubo una ola de despidos, que fue resistida por los delegados vía judicial.
Nelly Jaldin, enfermera de terapia de adultos y delegada de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), contó a este medio lo ocurrido el miércoles 11 de septiembre: “Ingresé a trabajar a mi rutina, tipo 10 de la mañana vienen dos de vigilancia a sacarme de mi servicio porque me traen un telegrama donde me notifican que estoy despedida. Yo estaba trabajando con un paciente, no les interesó que tuviera que dejar la tarea. Tuve que salir del edificio, me escoltaron”.
“En el telegrama me consideran despedida por reestructuración empresarial. Yo soy delegada de la CTA. Nosotros habíamos sido despedidas cuando nos organizábamos como delegadas, fuimos reinstaladas legalmente por una cautelar que está vigente y aun así nos mandaron el telegrama de despido”, resaltó.
Ese mismo día la CTA emitió este comunicado: “Se produce luego de las reiteradas denuncias que el cuerpo de delegadas del hospital viene realizando ante la política de despidos masivos que el grupo Olmos -nueva gerencia del lugar-, ha establecido como estrategia para precarizar la planta de trabajadores, garantizando así un fraude a la ley y ahorrando sus costos laborales a costa de los laburantes. Basta de despidos fraudulentos”, añadieron.
Varios días después de lo ocurrido, Nelly señaló a este medio: “Si bien hay un gerenciamiento a través del grupo BASA el Centro Gallego sigue intervenido por el INAES. El personal depende del Gallego por eso los despidos los firman los apoderados del Centro Gallego. Fuimos el viernes al juzgado N° 54 que tiene la causa de la intervención y el juez no nos recibió por que el expediente está en otro juzgado laboral como hay muchos juicios laborales el expediente demorará bastante en retornar al juzgado N° 54”.
“De las tres delegadas despedidas, dos fuimos despedidas por una segunda vez estando bajo una medida cautelar donde nuestra reincorporación la dictaminó un juez. Los despidos son personal de mucha antigüedad y con causas inventadas justamente para no pagar indemnización correspondiente. Dentro del plantel de despedidos hay médicos kinesiólogos, nutricionistas, enfermeros, camilleros mucamas y administrativos La semana que viene los representantes de CTA tendrán un dialogo con Raúl Olmos (de BASA)”.
La legisladora porteña por el Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad (FIT-U), Laura Marrone también se hizo eco de esta situación. Estuvo junto a la presidenta de la Comisión contra la Violencia Institucional de la Legislatura porteña, Alejandrina Barry, con los trabajadores del Gallego.
Al respecto, Marrone expuso: “Basta de despidos en el Centro Gallego. Algunas trabajaron 30 años, la totalidad los dos últimos años sin cobrar, esperando a que la interveción judicial del Centro Gallego restableciera su funcionamiento. En 2018, cansados y hambrientos, cerca de 800 de ellos aceptaron el retiro voluntario a cambio de una compensación monetaria. No recibieron nada. A su vez no pueden cobrar el seguro de desempleo porque formalmente no hay despido. Quedaron alrededor de 400. Hace tres meses el Grupo Basa se hizo cargo del gerenciamiento existiendo la promesa del propio centro que respetarían al personal. Meses antes de asumir BASA comenzaron los despidos con causas inventadas. Con la nueva gerencia continúan, incluso de delegadas gremiales del sindicato de salud de CTA. La gerencia solo reconoce a ATSA a cargo de Daer que es cómplice del proceder de la empresa”.
“BASA contrata a nuevo personal por fuera de convenio pagando la mitad de salarios en los puestos de trabajo donde despide. Les aumentó la jornada una hora más con el mismo salario. A su vez invade los servicios con pasantes de escuelas de enfermería privadas que trabajan gratis. Todas las semanas les hacen asistir a una charla donde agentes de la empresa enfundados en trajes de profesionales les explican por qué hay que vivir en paz y evitar los conflictos. Las charlas son filmadas y luego estudian las caras para elegir a los nuevos despedidos. Vaca muerta con el método chino ha llegado a la CaBA de la mano de la gerencia del grupo BASA bajo la mirada cómplice de la justicia laboral, el gobierno y el sindicato de ATSA”.
“Aun sin dinero para la SUBE recorren oficinas y juzgados buscando que alguien les devuelva sus derechos pisoeteados. Con las mismas manos que ayer “cuidaron amorosamente a los pacientes del centro aun sin cobrar”, hoy baten el parche de bombos y tamboriles en la puerta del Centro esperando ser escuchados. Desde nuestra banca de Izquierda Socialista en el FIT, reclamamos ante las autoridades la reincorporación de los despedidos, el pago del retiro voluntario a los 800 que lo solicitaron y el respeto del convenio salarial y de condiciones de trabajo”.
A fines de julio los bloques FIT-U y Autodeterminación y Libertad (AyL) presentaron en la Legislatura porteña un pedido de informes sobre las condiciones laborales en el Centro Gallego.
Quieren saber “los motivos que suscitan las condiciones de inestabilidad y vulnerabilidad laboral de las trabajadoras”. Para los legisladores, “el Grupo Olmos BASA-SALUD desconoce al cuerpo de delegadas y delegados del Centro Gallego” y hay “modificaciones en el régimen laboral ajenas al Convenio Colectivo de Trabajo que rige para los y las empleadas del Centro Gallego, en el aumento de horas de trabajo de 8 a 9 horas en los sectores administrativo, mucamas del área crítica de 7 a 8 horas, Mantenimiento de 8 a 9 horas”.
Dicen que hay “modificaciones en el régimen laboral ajenas al Convenio Colectivo de Trabajo que rige para los y las empleadas del Centro Gallego, respecto al desconocimiento y quite de almuerzo y cena para las trabajadoras y trabajadores del sector de Mucamas. Indique motivos respecto al mismo tema para todo el personal del turno noche”.
Los legisladores citan una nota que enviaron trabajadores del Centro Gallego a la secretaría de Trabajo de la Nación.
“Los hechos a denunciar están ocurriendo en el Centro Gallego actualmente gerenciado por el Grupo Olmos BASA-SALUD. Enunciamos para su conocimiento las siguientes irregularidades: Modificación compulsiva de la jornada laboral. ejemplos: sector administrativos de 8 hs. pasaran a trabajar 9 hs; mucamas área critica de 7 hs. a 8 hs; personal descartable de 8 hs. a 9 hs; Sector Mantenimiento de 8 hs. a 9 hs; Modificación de turnos – Ejemplo : Franqueros administrativos de sábados , domingos , y feriados, pasaran a trabajar de lunes a viernes jornadas diarias de 9 hs; Desconocimiento y quita de la comida – almuerzo y cena – a las Mucamas; Quita de la comida al personal de turno noche; Personal de limpieza de laboratorio pasara de 6 hs. a 8 hs; Desconocimiento de tareas livianas; Tercerización de los sectores de Lavadero y Cocina; No se entregan recibos de sueldos”, dice el texto.
“La enunciación realizada es parte de los hechos que están ocurriendo y que se suma una seguidilla de otros que vienen ocurriendo hace años en la entidad en cuestión. Vulnerando, no solo nuestro Convenio Colectivo, sino derechos y garantías consagrados en nuestra Constitución Nacional. Por ellos solicitamos intervención inmediata de esa Secretaria De Gobierno De Trabajo para corregir estas graves irregularidades que atentan contra nuestros derechos laborales”, suman los trabajadores.
El 21 de mayo se retomó la asamblea extraordinaria de socios iniciada el día 9 y se avaló que Buenos Aires Salud (BASA), del Grupo Olmos, gestione el Centro Gallego de Buenos Aires (Pasco y Belgrano) durante 30 años.
Esta medida busca terminar con la crisis económica y administrativa que hay en el Centro Gallego desde 2012, motivo por el cual hay una intervención del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
El contrato, firmado por el titular del Grupo Basa, Raúl Olmos, y el interventor del Centro Gallego de Buenos Aires por parte del INAES, Martín Moyano Barro, contempla además la opción de que el grupo gerenciador adquiera el inmueble en el que funciona el hospital a medida que se vaya haciendo cargo de la millonaria deuda que la entidad tiene con el fisco argentino, empleados y proveedores.