Eduardo Luján, integrante de la mesa No a las Represas en Misiones, advirtió que tres turbinas de la Central Hidroeléctrica de Yacyretá están paralizadas, dos a punto de colapsar y, a su vez, un desprendimiento aumentó los niveles del agua. Según De Vido, son todas “versiones periodísticas” .
La Ciudad de Buenos Aires y amplios sectores del Gran Buenos Aires sufren hace días la falta de energía eléctrica. A las conocidas explicaciones de la distribuidoras Edenor y Edesur (l”a ola de calor generó una demanda excesiva para esta época del año”) se le sumó un elemento nuevo: la critica situación en que se encuentra la represa de Yacyretá, proveedora de hasta un 12% de la energía que se consume en Argentina.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, desmintió este jueves que existan “problemas” en la represa binacional y dijo que esa central “funciona de acuerdo con lo previsto”. El funcionario adjudicó los trascendidos sobre la supuesta salida de funcionamiento de las turbinas a “versiones periodísticas” y resaltó que “la Central Hidroeléctrica de Yacyretá está funcionado de acuerdo a lo previsto, produciendo 20.000 GWh de energía por año”.
De Vido aseguró que esa generación está “dentro del rango esperado en el proyecto original (de la hidroeléctrica) y gracias a que alcanzó la cota 83 metros en su embalse, en el año 2011 duplicó su potencia respecto a 2003”. “Los únicos problemas que tiene Yacyretá son heredados de la década del ´90 y se deben a la irresponsable paralización de las obras y la decisión de hacerla funcionar a una cota inferior a la de diseño”, dijo el ministro en un comunicado de prensa.
Sin embargo son muchas las voces que desmienten al principal responsable del desarrollo enérgetico de los últimos doce años.
“Cuando vino la Presidenta en febrero de 2011 ‘celebrar’ la culminación de las obras advertimos que la represa funcionando a cota 83 era muy riesgosa. Ahora estamos pagando las consecuencias” advirtió Eduardo Luján, integrante de la mesa No a las Represas en Misiones en comunicación con radio Frecuencia Zero.
“El aumento en la demanda y la falta de mantenimiento, por un lado, sumado que en los últimos días hubo un desprendimiento que aumentó los niveles del agua hace que Yacyretá esté funcionando al límite. Tres turbinas de la Central Hidroeléctrica están paralizadas y dos a punto de colapsar por lo que las otras turbinas están funcionando con un caudal fuera de lo normal.Si esta situación se agrava más, las consecuencias van a ser mayores”.
Luján recordó también el daño ambiental que la Represa genera. “Yacyretá pone en riesgo a la ciudadanía, ya que genera enfermedades tropicales que se expanden por el país y a su vez llevó al desarraigo a más de 30 mil familias que viven en la pobreza extrema” advirtió.
Sin embargo, la solución no viene por cerrar la represa. “Los daños serían peores” advierte Eduardo. “Tiene que funcionar pero con mayor control y mantenimiento, y a su vez en sus niveles normales” A su vez, el referente de la mesa provincial No a las Represas en Misiones recordó que este mismo Gobierno firmó compromisos para que en 2016 el ocho por ciento de la matriz energética debería ser generada a través de fuentes renovables (energía eólica y solar) y hasta el momento, solo el 1,5 por ciento proviene de allí. “Claramente, falta decisión política” aseguró Luján.
Otro de los referentes que se expresó al respecto fue el Secretario General de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA-CTA) José Rigane. “Yacyretá está trabajando en malas condiciones” reconoció. “Si bien no es la única razón por la cual el sistema eléctrico (generación, transporte y distribución) está en crisis, la actual situación de la represa hidroeléctrica binacional es una importante razón. Yacyretá tiene 20 turbinas, pero está operando con 16 ya que 4 no están en funcionamiento y está previsto que vuelvan a ser operativas recién entre junio y octubre. Las otras 16 turbinas están funcionando en un 80% para “reducir esfuerzos mecánicos”, dicen desde la represa. Según informan medios paraguayos, una quinta turbina también tendría que parar. Esta situación de Yacyretá profundiza la crisis eléctrica y energética del país. La represa aporta hasta un 12% de la energía que se consume en Argentina y con un funcionamiento débil y deteriorado como está teniendo, la crisis parece profundizarse”.
“El manual que aplica el Gobierno nacional ante esta grave situación que afecta a millones de ciudadanos indica que hay que echarle la culpa al clima, a las altas temperaturas, a las lluvias, a la caída del caudal de agua en las represas o a lo que sea. También, el manual del Gobierno indica que hay que evitar reconocer la crisis y los cortes de calle de los vecinos. Hay que evitar todo. Pero ese mismo manual, que se viene aplicando hace años y que tanto perjudica a los argentinos, también indica que no se puede hablar de inversión, de multas a empresas, de soluciones de fondo, de estatización de empresas, de recuperación del sistema eléctrico, en definitiva, el manual evita la soberanía energética. Son de manual” expreso Rigane a través de un comunicado.