
La agrupación vecinal se encontró virtualmente para debatir sobre las principales problemáticas que se están atravesando.
El Comité solidario de emergencia de la Comuna 3 surgió durante el 2020, con el objetivo de buscar posibles soluciones en conjunto ante los problemas de los vecinos que se vieron agravados a partir de la pandemia. Ante el avance de la segunda ola de contagios, renovaron la necesidad de organizarse en este nuevo contexto, para seguir acompañando las demandas de la comunidad.
En la última reunión, realizada de manera virtual, dialogaron sobre estas necesidades y acordaron redactar un comunicado de denuncia sobre la situación sanitaria y escolar, para poner de manifiesto su preocupación ante las decisiones que está tomando el Gobierno porteño y para exigirle el acceso a la educación, la salud y la alimentación para la población.
A través del comunicado, le solicitaron al GCBA que revea su posición frente al DNU nacional; asista económicamente a la población para poder realizar aislamientos intermitentes; ayude con alimentos a los merenderos, ollas y comedores populares; refuerce el personal en el Hospital Ramos Mejía y en el resto de los establecimientos; garantice el pago del subsidio habitacional; asegure la conectividad y los dispositivos electrónicos necesarios para la educación a distancia; efectivice los planes de vacunación para adultos mayores, docentes y trabajadores de salubridad; y reconozca las instancias organizativas vecinales y barriales, como el propio comité.
“Sabemos que la responsabilidad del Estado y el sistema de salud público es algo irremplazable, pero con solidaridad y organización podemos aportar para salir adelante”, manifestaron. En cuanto a los centros de sanidad, explicitaron que desde hace tiempo los trabajadores vienen pidiendo de manera unánime que se tomen medidas para reducir la circulación de personas, y por esta razón están a favor de las medidas del decreto presidencial.
Al respecto, Claudio Gómez, delegado del Hospital Ramos Mejía de Balvanera, aseguró durante la reunión que la situación sanitaria está al límite, a la vez que recordó la lucha por los equipos de protección (que está judicializada porque la Ciudad no les enviaba los suficientes) y el cierre del jardín maternal. También apuntó que necesitan mejores salarios y más personal, ya que hay más de 100 puestos de trabajo vacantes por jubilaciones y fallecimiento que están a la espera de contratación, congelados, que la Ciudad no operativiza.
En relación a las clases, la agrupación denunció que el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, desconoció el DNU y los fallos judiciales, “instalando un falso eje sobre la necesidad de sostener la presencialidad en las aulas”. En esta línea, agregaron: “El gobierno de CABA debe reconocer el desborde sanitario, volcar todos los recursos con los que cuenta para reducir los costos que esto tendrá para el pueblo, y dejar las especulaciones partidistas y electoralistas de lado. En cuanto a las necesidades educativas, desde ya que acordamos en priorizar la continuidad pedagógica en todos los niveles, pero para ello entendemos que el Estado debe brindar todas las condiciones para que esto pueda garantizarse, tanto en la modalidad presencial como virtual”.
El docente Pablo Torres advirtió en el encuentro que el presupuesto y la infraestructura de las escuelas no es la adecuada para enfrentar la pandemia, en especial en cuanto a la ventilación. Asimismo, enfatizó que la vacunación al personal del ámbito es muy baja y que sigue habiendo problemas con las vacantes, ya que son pocas y algunos padres tienen el temor de perderla si sus hijos no asisten a clases presenciales. Katia, delegada de UTE, agregó que muchos profesores no se suman al paro docente porque eso trae aparejado un descuento del salario y puede afectar gravemente su situación económica.