

El 3 de noviembre desde las 11 de la mañana harán una protesta en la puerta del hospital, en Urquiza y Agrelo.
Trabajadores del Hospital Ramos Mejía, el principal efector sanitario público de la Comuna 3 y alrededores, harán una protesta el martes 3 de noviembre desde las 10 de la mañana por mejoras salariales. Incluirá un cese de actividades, adelantaron los profesionales a este medio.
Claudio Gómez, delegado de los trabajadores por el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA), habló con este medio y dijo: “El martes vamos a salir nuevamente a la puerta del hospital. Haremos una asamblea y los compañeros van a decir qué medidas tomar. Ya hicimos un abrazo el lunes pasado (19 de octubre)”.
“La idea es seguir reclamando que pasen a planta permanente a nuestros compañeros, unos 80, que ingresaron como contratados durante la pandemia”, señala.
“El otro reclamo es que el salario que se discute en paritarias no sea inferior a la inflación anual. Lo merecemos los que trabajamos en la primera línea desde el principio de la pandemia. Al comienzo lo hicimos sin elementos de protección personal apropiados (barbijos, camisolines), lo cual se revirtió luego de presentar dos amparos para que la Justicia ordene al Gobierno porteño a dar los recursos”.
“Luchamos porque se reconozca la insalubridad del trabajo hospitalario. Por último, se discute por el plus sanitario, es un concepto que se entregó durante la pandemia de la Gripe A, en 2009. Hoy es insuficiente, ni siquiera llega a ser un reconocimiento a los trabajadores”.
“El martes vamos a salir a denunciar que nuestro sueldo está por debajo de la línea de pobreza, de $47.000”, lamenta.
También menciona: “Nos movilizamos por el pago del bono a los compañeros administrativos y de servicios generales en hospitales porteños. Le dicen el bono CABA de $5.000, lo entrega el Gobierno porteño a trabajadores esenciales de la salud. Se le entregó a técnicos, enfermeros, médicos. Sí lo está haciendo Nación y además lo extendió a fin de año”.
El gremio SUTECBA hizo diversas manifestaciones por este bono. Fuentes sindicales informan que en los más de 34 efectores públicos de salud de CABA hay más de 7.000 trabajadores administrativos y de servicios generales que no reciben el bono.
Por esto mismo han hecho distintas protestas conjuntas en todos los hospitales, incluido el Ramos Mejía. La última fue el 23 de octubre. Hasta el momento, no hay una respuesta concreta por parte de las autoridades porteñas al respecto.
Estas reivindicaciones desde el hospital de Balvanera están en consonancia con un panorama más amplio en CABA. La lucha activa del sector de enfermería lleva dos años y se acentuó en pandemia, donde hubo paros, protestas e incluso acampes frente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad.
En 2018 entró en vigencia la Ley porteña Nº 6.035 que enumera a los profesionales que integran el equipo de salud. Son 24. Por ejemplo: médicos, odontólogos, fisioterapeutas, fonoaudiólogos y nutricionistas. Los licenciados en enfermería protestan porque dicen haber quedado fuera de este listado, lo cual repercute en su salario y en las horas laborales. Tampoco están contemplados los técnicos de rayos y los instrumentadores quirúrgicos.
Un hecho clave este año fue la represión contra trabajadores de la salud frente a la Legislatura porteña del lunes 21 de septiembre. Enfermeros y enfermeras de la Ciudad pedían que se trate “de forma urgente” un proyecto de ley para reconocerlos como profesionales de la salud, a través de un petitorio que presentaron a los legisladores de la CABA.
Sin embargo, fueron reprimidos por efectivos de la Policía de la Ciudad. Hubo varios profesionales de la salud heridos. Esto generó el repudio de bloques parlamentarios opositores como el Frente de Todos, Frente de Izquierda, Autodeterminación y Libertad.
Al respecto, Claudio Ibero, trabajador del Hospital Durand de la Ciudad de Buenos Aires, dijo: “Presentamos un documento dirigido a los nueve bloques de la Legislatura para que se trate de forma urgente el pase de los licenciados en enfermería a la carrera profesional, de la que fuimos excluidos en noviembre de 2018”.
Por su parte, Gustavo Lerer, bioquímico del Hospital Garrahan y delegado de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), dijo en una de las manifestaciones: “Los enfermeros son profesionales y están pidiendo estar dentro de la Ley Nº 6.025, algo que también piden los compañeros técnicos de rayos y los instrumentadores quirúrgicos. Ahora se junta el descontente por la represión con el tema del salario que en la paritaria de estatales nos propusieron un 15% que no llega a cubrir la inflación de este año, es prácticamente una burla”.
“Estamos dispuestos al diálogo pero no que nos tomen el pelo. Hace dos años que estamos discutiendo que las enfermeras son profesionales, y se están muriendo compañeros por atender a la gente afectada por el coronavirus, pero cuando vas (a discutir la paritaria) te ofrecen el 15%, ¿Qué diálogo es ese?”, sumó.
A fines de octubre, la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE) hizo una protesta con acampe frente a la Jefatura de Gobierno de CABA. Carolina Cáceres, enfermera del hospital Tornú y también directiva de ALE expuso: “Rodríguez Larreta sigue sin responder: vamos por más paros y medidas contundentes. El 21 de noviembre, hace falta un paro nacional de la Enfermería y todo el equipo de salud. No vamos a frenar hasta lograr nuestro reconocimiento profesional, salarial y laboral”.