La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra en estado de alerta ante la falta de reglamentación y ejecución de la Ley Nacional 27.695, aprobada en 2022, que declaró de utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble que albergó la tristemente célebre discoteca “República Cromañón”. La pregunta que resuena en el aire es: ¿Por qué el Gobierno Nacional no ha instrumentado aún el pronto y efectivo cumplimiento de esta ley, que permitiría la creación de un Espacio para la Memoria cogestionado con familiares de víctimas y sobrevivientes, en honor a la “masacre de Cromañón”?
Aquella fatídica noche del 30 de diciembre de 2004, una tragedia dejó una herida profunda en la sociedad argentina, cobrándose la vida de al menos 194 personas y dejando a miles de heridos. En este contexto, la Cámara de Senadores convirtió en Ley dicha expropiación el 27 de octubre de 2022.
Sin embargo, hoy, a casi un año de la publicación de la Ley en el Boletín Oficial de la Nación, la expropiación del inmueble sigue sin efectivizarse para dar paso a un Espacio para la Memoria, como han solicitado insistentemente los familiares, sobrevivientes y amigos de las víctimas.
El proyecto que se convirtió en Ley hace un año destacaba la importancia de cumplir con prontitud su cometido. Se señalaba que “el 30 de diciembre de 2004 quedará instalado en la memoria colectiva como el momento en que a 194 familias se les arrebató la vida de sus hijos e hijas; en que al menos 4000 personas experimentaron el horror, que llevarán en su cuerpo y en su memoria por el resto de sus vidas”. Desde entonces, los familiares de las víctimas, amigos y víctimas sobrevivientes han luchado incansablemente por Memoria, Verdad y Justicia.
El texto también subrayaba la necesidad de que el Estado garantice instancias reparatorias adecuadas. La creación de un Espacio para la Memoria permitiría que las futuras generaciones conozcan y reflexionen sobre lo que nunca más debería ocurrir. La memoria colectiva, como señala Elizabeth Jelin, implica un entrelazado de tradiciones y memorias individuales en constante diálogo con otros, y debe ser preservada para asegurar que hechos tan trágicos no se repitan.
La creación de un Espacio para la Memoria, cogestionado por los familiares y sobrevivientes, se considera una reparación necesaria para quienes han sufrido la tragedia de Cromañón. Pero también es un acto que afecta al conjunto de la sociedad argentina, ya que permite recordar y reflexionar sobre una de las páginas más oscuras de la historia del país.
En este contexto, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires no puede permanecer indiferente al pedido por el cumplimiento de esta Ley, que contribuiría a la creación de un Espacio de Memoria en nuestra Ciudad para recordar lo que nunca más debería ocurrir. La pregunta que resuena es si la espera por justicia y memoria llegará a su fin, permitiendo que el luto se transforme en un homenaje a las víctimas y en una garantía de que tragedias como la de Cromañón nunca se repitan.
En resumen, a casi un año de la aprobación de la Ley de expropiación de Cromañón, la sociedad argentina espera con urgencia su efectivización para honrar la memoria de las víctimas y garantizar que hechos similares no vuelvan a ocurrir. La creación de un Espacio para la Memoria se erige como un acto de justicia y un recordatorio perenne de la tragedia que conmovió al país.