Luego de la medida de fuerza que mantuvo 11 horas paralizado el servicio, los trabajadores de seguridad contratados por la empresa MCM consiguieron mantener sus puestos y el compromiso que se les abonen las horas extras adeudadas.
Para los miles de pasajeros que con caras de cansancio se disponían a iniciar la semana laboral fue una sorpresa. Para los directivos de Metrovías y de SBASE no. La decisión de los trabajadores de seguridad de las empresas MCM/Briefing había sido anunciada con antelación, buscando llegar a un acuerdo, pero fue desoída. Y la noticia, una vez iniciada la medida de fuerza, saturó la pantalla: “10 trabajadores dejan sin transporte a 400 mil usuarios”, “caos en las vías” fueron alguno de los titulares.
Los trabajadores tercerizados sabían que la medida iba a generar rechazo entre los usuarios y en un comunicado emitido en la medianoche del domingo, ya anticipaban: “Los trabajadores de MCM/Briefing, que el 1 de octubre tuvimos que tomar medidas de acción directa reclamando por derechos elementales, tenemos que informar que hasta el día de la fecha no se ha resuelto lo que nos llevó a tomar esta medida desesperada. No sólo no nos pagaron la deuda salarial, que se comprometieron a pagar a las 48 horas de presentada (tiempo ampliamente superado), sino que tampoco nos devolvieron nuestros puestos de trabajo. A su vez, nos pagaron mucho menos del sueldo de septiembre. Todo a lo que se comprometieron las autoridades de la Ciudad está incumplido”.
Finalmente y luego de una negociación que incluyó a la Secretaría de Trabajo de la Ciudad, a Metrovías y a directivos de la empresa Briefing, los trabajadores firmaron un acta–acuerdo en el que la empresa que los había trasladado (MCM) se compromete a abonar el 50% de las horas adeudadas dentro de las 48 horas y luego completar el pago total; desvinculará a los trabajadores abonándoles indemnizaciones; y éstos serán incorporados a la empresa Briefing para realizar tareas en el subterráneo. A su vez, la Secretaría de Trabajo reconoció también que se debe aplicar el convenio que establece la jornada laboral de 6 horas.
Este, sin dudas, era el punto más sensible del reclamo ya que según en convenio del subte, la jornada laboral bajo tierra es de seis horas por insalubridad. Pasado ese lapso, se debe considerar como horas extras y por lo tanto deben ser mejor remuneradas. Los trabajadores de ambas empresas tercerizadas cumplían jornada de entre 10 y 12 horas de trabajo sin ser considerado este punto. Por ello fue muy festejado este punto.
A su vez, los diez vigiladores despedidos en el marco de esta lucha fueron recontratados y mantenidos sus puestos en el subte, que era otra de sus demandas ya que podían ser derivados a otras tareas que la empresa Briefing cumple en distintos sitios de la Ciudad. “Nosotros iniciamos el conflicto en el subte, y en el subte lo vamos a terminar” había advertido temprano Emmanuel Escobar, delegado de los trabajadores tercerizados de seguridad en diálogo con FM Frecuencia Zero. Por la noche, la profecía se había hecho realidad.