
Durante los meses de aislamiento social, preventivo y obligatorio, se puso en agenda el problema de las condiciones habitacionales y el acceso a la vivienda de les vecines de la ciudad. Una vez habilitadas algunas actividades recreativas y de esparcimiento, se sumó a la agenda la escasez de espacios verdes.
En este contexto, el Gobierno de la Ciudad organizó durante noviembre reuniones virtuales con las comunas para actualizar el Plan urbano Ambiental. La pregunta eje fue “¿Qué cambiarías o mejorarías en tu barrio?”. Por eso, desde Abran Paso, nos comunicamos con Herminia Dalla Massara, vecina de San Cristóbal y coordinadora de Arte en Lucha de teatro popular, un grupo que se formó en 2017 y trabaja en las calles para denunciar las problemáticas del barrio y la ciudad a través de intervenciones teatrales.
“Una de los grandes reclamos -nos cuenta la vecina y artista- que tenemos los vecinos es la falta de espacios verdes. En este momento, vemos cómo las plazas que hay están desbordadas de gente porque son muy pocas para la cantidad de habitantes que somos en la comuna. Además, el gobierno se empeña en cementarlas, están llenas de cemento y cero árboles”. También se refirió a la problemática del arbolado de las calles porque “se va eliminando con las obras y tardan un montón en reponerlos”.
Un barrio de casas bajas
Para Herminia, otra de las preocupaciones de las vecinas y vecinos es el cambio en la identidad de la comuna con el avance de torres y edificios: “A los que tuvimos la suerte de encontrar un lugar que nos gustó hace 20 años y elegimos este barrio por ser un barrio de casas bajas para disfrutar del aire, nos empezaron a rodear de edificios y perdimos la vista del cielo”. A su vez, denuncia que las grandes construcciones agravan los problemas con los servicios como, por ejemplo, la presión de agua. Y, por otro lado, que “está empezando a pasar lo mismo que en La Boca que se incendian casualmente las casas viejas, como si fuera un mecanismo de sacarse de encima a la gente”. Si bien aclara que no puede responsabilizar directamente al Gobierno de la Ciudad, sí ve con preocupación que los únicos que se ocupan de esas familias que quedan en la calle sean los vecinos que se organizan para darles una mano.
La contracara del avance de las construcciones de edificios es el poco acceso a la vivienda de les trabajadores y la cantidad de personas que en el barrio viven en situación de calle: “Es demoledor ver que cada vez hay más gente que la está pasando mal. Tiene que haber planes de vivienda y alquileres. No un parador donde no pueden entrar con sus pertenencias y pueden estar desde las 8 de la noche hasta las 8 o 9 de la mañana y se tienen que ir llueva o truene”.
“La ciudad de Buenos Aires -argumenta- tiene un 25 % de las casas y oficinas de los edificios vacíos mientras hay un problema enorme de vivienda. Siguen queriendo construir torres para un negocio, que a nosotros los habitantes trabajadores de la ciudad, no nos llega. Porque nuestros hijos no van a poder comprarse un departamento en esos edificios, aunque trabajen, porque los compran inversores inmobiliarios que están haciendo un negocio con el gobierno. Todo esto, en lugar de pensar en construcciones de departamentos, que no sean una caja de 20 metros cuadrados, al que todos podamos acceder”.
Las calles del barrio
Otro tema importante, destaca, son las veredas que siempre se están arreglando como si las hicieran mal a propósito. “Caminas por San Juan -detalla- y está siempre en obra, caminas por Catamarca y está siempre en obra. Pasan tres meses que no están en obra y vuelven a estar en obra”. También, la falta de limpieza: “La comuna está muy sucia, hay olor a pis y lugares por donde no podés pasar porque hay un olor terrible. Una de las cosas que estamos pidiendo para solucionarlo es que haya baños públicos”. “Esto se liga -continúa- a los containers, que están rotos y no tiene pedal. Las personas mayores no puede abrirlos porque tienen unas tapas muy pesadas y por eso tienen que dejar la basura junto al container”.
Otro reclamo, son los parquímetros porque “el Gobierno de la Ciudad quiere recaudar quitándonos siempre a los mismos. Se empeñan en que los trabajadores seamos los que aportemos todo mientras, por otro lado, está en contra de proyectos donde el aporte lo deberían hacer las grandes fortunas. Me pregunto cómo puede ser, esto ya es re personal, que sigamos votando en la ciudad a un gobierno que nos perjudica permanentemente”.
Los jardines maternales
“No hay vacantes. Si bien está el jardín del Ramos Mejía, que funciona muy bien, ahora lo quieren mudar a un espacio que se hizo en la Plaza Manzana 66, entre Belgrano y Jujuy. Ahí, a pesar de que los vecinos habían pedido y luchado mucho para que se arme un espacio verde, se llenó de cemento como todo lo que hace el Gobierno de la Ciudad. Se construyó un edificio para un jardín, que no viene mal, pero en lugar de pensarlo como jardín nuevo, decidieron trasladar el jardín del Ramos. Lo que debería haber pasado es que los dos jardines queden abiertos. Porque no sobran vacantes”.
“Les vecines de la comuna 3 -concluye- queremos una ciudad que sea para todos, poder disfrutar del verde sin que lo cementen a cada paso que damos y tener una comuna más limpia e integrada donde se valoren los espacios históricos que hoy no están puestos en valor”.