La Ley 1777 establece, en su artículo 33, que el Consejo Consultivo Comunal es un organismo consultivo y honorario de participación popular. El mismo está organizado por la Mesa Promotora, constituída por vecinos que son elegidos en asambleas cada seis meses. Para postularse y/o para votar estos representantes es necesario haber asistido a por lo menos a tres de los últimos cinco encuentros que se hayan realizado.
Este mes le tocó el turno del recambio a la institución de la Comuna 3. Con 36 personas habilitadas para votar y candidatearse, los 13 seleccionados por unanimidad fueron Raquel Papalardo, Fabiana Puente, Hugo Bombelli, María Cristina Corzo, Cecilia Layseca, Juan Carlos Suarez, Josefina Analid, Fernando Garaviglia, Rafael Mazzella, Fauto Vázquez, Federico Vena, Ángeles Leonardo y José María Pena. De ellos, los primeros 10 fueron reelectos y todos recibieron 24 votos.
Tal como explicó Fabiana Puente en la asamblea, los promotores son los organizadores de todo lo administrativo. “Este es un sitio para todos, todos son escuchados. Pero ser miembro de la Mesa requiere un poquito más de compromiso y responsabilidad. Nuestro trabajo es muchísimo porque además nadie nos paga por esto, pero cualquier tarea que se comprometan a hacer es bienvenida y ayuda a que este conjunto funcione cooperativamente. Felicidades a todos los que entran a la coordinadora de 2022, esperamos hacer un gran trabajo todos juntos”, expresó.
Según la normativa local, entre las funciones de la entidad se encuentran la de ser parte del proceso de elaboración del presupuesto de la zona, evaluar la gestión de la Junta Comunal, presentar iniciativas para la implementación de programas de interés comunitario, hacer un seguimiento a las demandas y generar lugares de discusión para debatir y elaborar propuestas sobre acciones, obras y políticas públicas. Sin embargo, una de las históricas problemáticas de los organismos vecinales, en todas las comunas, es la baja participación ciudadana y el poco conocimiento de que este espacio existe.
Si bien es responsabilidad del Gobierno de la Ciudad utilizar sus recursos para su difusión, poco hace la administración porteña para lograr ese fin, por lo que termina recayendo en el propio consejo la tarea constante de convocar a los habitantes y a las organizaciones a ser parte de las reuniones. La coordinación de la institución de la Comuna 3 ha trabajado mucho sobre este tema aunque todavía no se logró que concurrieran muchos de los grupos comunitarios, políticos y sociales que hacen actividades tanto en Balvanera como en San Cristóbal, tales como Manzana 66, la ONG Buenos Vecinos BA y la Asociación Comerciantes de la Avenida Entre Ríos.
Con un buen funcionamiento, el Consejo Consultivo debería ser el nexo de los individuos con los comuneros y, a través de estos con el Gobierno de CABA y la Legislatura. Pero debido a que este proceso no funciona correctamente (y no precisamente por los integrantes del espacio vecinal), muchas personas o agrupaciones deciden saltear esta instancia y hacer gestiones directamente con los legisladores o los funcionarios del Ejecutivo.
Quizás se deba al tiempo que requiere, o al hecho de que no sea remunerado, o que muchas de las notificaciones que manda el organismo a la Junta son archivadas (cuando por ley deberían ser tratadas obligatoriamente), o a la poca divulgación de la entidad a través de canales oficiales del GCBA. Pero la puesta en acción real de la Ley 1777 por parte de todas las dependencias estatales y un consejo en el efectivamente colaboren gran parte de los vecinos, dotaría a ese mecanismo de mucha más fuerza y eficacia que trabajando por separado. La poca participación ciudadana en los consultivos es definitivamente una deuda pendiente que se repite en toda la Ciudad de Buenos Aires.