Plan de Reparación y Mantenimiento de Aceras y Cruces peatonales: Garantizando la seguridad y accesibilidad para todos
Según el proyecto, el Poder Ejecutivo designará la Autoridad de Aplicación, encargada de formular y ejecutar el plan, cumpliendo con las obligaciones, características y plazos establecidos. Uno de los aspectos fundamentales es la participación activa de las Juntas Comunales en la formulación, ejecución y fiscalización del plan, en línea con las atribuciones establecidas en la Ley 1777. Además, se promoverá la participación de las asociaciones de la sociedad civil representativas de las personas con discapacidad, en concordancia con la Ley Nacional 26378.
La formulación del Plan de Reparación y Mantenimiento de Aceras y Cruces peatonales deberá realizarse en un plazo máximo de noventa (90) días, una vez cumplidos los requisitos establecidos. Cada Junta Comunal será responsable de relevar el estado de las aceras y cruces peatonales en su área territorial, como paso previo a la formulación del plan.
El plan establece características específicas para los vados destinados a eliminar el desnivel entre la acera y la calzada. Estas incluyen que el área central del vado coincida con el ancho de la senda de cruce peatonal, evitar pendientes y contrapendientes generadas por capas de asfalto elevadas, garantizar la seguridad peatonal en los costados de la senda y proporcionar señalización háptica para personas con discapacidad visual. Además, se deberá asegurar el escurrimiento adecuado del agua.
Cuando las obras relacionadas con el plan interrumpan la circulación peatonal, se deberá instalar una pasarela de no menos de noventa (90) centímetros de ancho sobre la calzada, con una baranda exterior de defensa debidamente señalizada. Se establece la prioridad del tránsito peatonal sobre el vehicular, los estacionamientos permitidos y las bicisendas existentes. Estas pasarelas garantizarán la accesibilidad física para todos y facilitarán el acceso a los edificios.
La importancia de este plan radica en la seguridad y autonomía que proporciona a los peatones, especialmente a las personas con discapacidad y adultos mayores. Las caídas y accidentes en las veredas representan un grave riesgo para su integridad física y emocional. Datos revelan que la mayoría de las caídas ocurren en las veredas debido al mal estado de las mismas. El deterioro de las aceras y cruces peatonales limita la movilidad de las personas y dificulta su participación en la sociedad.