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Asamblea y propuestas de los vendedores ambulantes

En la agrupación Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO) plantearon: “Si al Gobierno (porteño) no le gusta esto que ve en Once, que organice”. Por Juan Manuel Castro.

“Somos gente laburadora, lo único que queremos es llevar el sustento para nuestras familias”, dijo la secretaria general de Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO), Luzmery Villanueva, durante un convocante acto en Plaza Miserere realizado en el atardecer del jueves cinco de enero, dos días después del megaoperativo policial por el cual se secuestraron unos 400 bultos de mercadería perteneciente a manteros. 

“Somos parte de esta sociedad”, manifestaron durante el evento organizado por esta agrupación que representa a cientos de vendedores callejeros de la zona comercial de Balvanera, la cual a su vez integra el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), de la cual su referente más visible es Juan Grabois.

Los dichos de los manteros durante aquel acto en Plaza Miserere se contextualizan en una certeza: se sienten perseguidos y estigmatizados. En algunos casos por ser migrantes, por su nivel socioeconómico, por vender en la vía pública. 

“Nos quieren disfrazar las cosas llamándonos mafiosos, somos gente laburadora”, remarcó Villanueva, con la intención de refutar denuncias sobre presuntos “loteos” de las veredas, coimas y demás acciones fuera de la Ley.

“Si al Gobierno (porteño) no le gusta esto que ve en Once, que organice”, apuró la secretaria general, poniendo la pelota del lado de las autoridades del GCBA.

Es en este punto que durante el acto los manteros pasaron de la denuncia a la proposición. “Pedimos nuestra ley para regularizarnos”, señalaron. 

De hecho, incluso la misma cuenta con nombre propio: Ley Beatriz. Se trata de un homenaje a Beatriz Mechato Flores, una vendedora ambulante de 74 años que el 17 de marzo de 2020 fue atropellada sobre la avenida Pueyrredón durante un operativo del Gobierno porteño contra la venta en la vía pública en la zona comercial de Balvanera.

“Se ganaba la vida vendiendo medias y esa tarde fue perseguida brutalmente peor que una delincuente por parte de la policía de la ciudad y espacios público de esta forma somos perseguidos miles de trabajadores de la economía popular tanto vendedores ambulantes manteros pedimos y exigimos una mesa de diálogo con el gobierno de la ciudad con el fin de pedir que sea regularizada nuestra actividad ya que es nuestro único medio de vida”, reflexionó VAIO en marzo de 2022, durante una marcha aniversario. 

De hecho, el 6 de octubre de 2018 ocurrió un hecho similar: una vendedora fue atropellada por un colectivo en Rivadavia y Pueyrredón. Falleció días después. 

Un pedido de informes presentado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por el entonces legislador Mariano Recalde (Frente de Todos) afirmaba: “Testigos de la zona afirmaron que la trabajadora María Baerechea, vendedora ambulante del barrio de Balvanera, intentando evitar que la Policía de la Ciudad le decomise su único sustento de vida, fue atropellada por un colectivo y falleció. Este hecho, de corroborarse, lejos de ser un caso aislado, es producto de una política persecutoria constante del Gobierno de la Ciudad contra vendedores ambulantes y toda forma de trabajo informal. En efecto, en vez de abordar con seriedad y sensibilidad una problemática social que se ve intensificada por la política económica que el partido gobernante (tanto en la Ciudad como en la Nación) viene llevando acabo, la actual gestión prefiere criminalizar el trabajo precarizado y perseguir a trabajadores de la economía informal, lo cual puede llevar a situaciones terribles como la que se describen”.

Asimismo, Omar Guaraz, secretario general de la Asociación de Vendedores Libres (integrante de la CTA Autónoma), expresó en ese momento: “Ayer nuestra Compañera, Vendedora Ambulante del Barrio de Once, María Baerechea, falleció luego de ser arrollada por el colectivo 31, mientras la vendedora escapaba de personal policial según manifiestan testimonios de Vendedores. Estaba escapando para evitar una detención o el secuestro de sus escasas pertenencias. Nuestra compañera ya había sido con anterioridad presa y en reiteradas ocasiones robada su mercadería y sus escasas pertenencias. Muchos Vendedores escapando han sufrido accidentes de tránsito con heridos de gravedad, muchos de ellos lisiados de manera definitiva, en Julio pasado un vendedor de golosinas escapando de funcionarios policiales fue arrollado por un tren sufriendo la amputación de ambas piernas a sus 19 años, único sostén de sus seis hermanos menores junto a su madre viuda”.

En el acto aniversario por la muerte de Beatriz en VAIO manifestaron algunas de las ideas fuerza que resurgieron en el acto del jueves: “Somos miles de desocupados muchos con enfermedades crónicas y personas mayores que no pueden conseguir un trabajo en blanco muchos somos discriminados y agredidos por tratar de ganarnos el sustento para nuestros hogares sin nombrar que también sufrimos detenciones y decomiso de mercaderías sin que nos den un acta de dicha mercadería. Somos trabajadores de la economía popular queremos que se regularice nuestra actividad”.

De este modo, los manteros de Once piden ser regularizados, pero no a cualquier costo. “No vamos a galpones olvidados, vamos a un lugar donde el comercio este activo”, enfatizaron.

Esta es una afirmación a la luz de los hechos de los últimos años. En el verano de 2017 la Policía de la Ciudad desalojó a los manteros de Once. El Gobierno porteño ofreció una capacitación rentada a quienes quisieran herramientas sobre microemprendimientos. Asimismo, alquiló y abrió dos paseos feriales en galpones ubicados al norte y sur de Plaza Miserere: Perón y Boulogne Sur Mer y La Rioja e Yrigoyen, respectivamente.

El objetivo era que los manteros dejaran la calle para instalarse en estos paseos. La idea, en principio alentadora, perdió encanto con el tiempo: los vendedores que accedieron a este cambio lamentaban que había poca gente ingresando a los paseos, mucha menos comprando. El resultado de la experiencia es que para muchos seguía –y sigue- siendo rentable vender en la vía pública, pese a todos los riesgos. 

Este camino de la regularización es incluso compartido por la entidad Vendedores Libres, cuyo representante Guaraz, trabajador callejero del barrio de Flores, manifestó públicamente diferencias con VAIO y su modo de organizarse. 

Pese a ello, existe un punto común al hablar sobre la necesidad de contar con reglas claras para la venta callejera, más allá de la reglamentación vigente.

“En la calle siempre va a haber manteros, siempre. Tiene que existir una regulación para que esa gente, manteros o vendedores ambulantes, tengan la posibilidad de hacerse unos mangos en un país que no le da oportunidad de trabajo”, dijo Guaraz ante el Canal de la Ciudad a días del megaoperativo en Once.

“Lo que no puede existir es la explotación, los vivos, los funcionarios corruptos. Sino nunca habrá una solución para todo esto”, enfatizó. 

Por su parte, en VAIO, para concluir su arenga por una Ley Beatriz en favor de los vendedores ambulantes y manteros, enfatizaron: “Hace años venimos organizándonos, hoy tenemos un gremio, es momento de levantar nuestra voz”.