Los cortes de luz vinieron a poner patas para arriba la vida diaria en la avenida Entre Ríos. Sus vecinos y comerciantes hacen malabares para seguir trabajando, no perder mercadería, intentar llevar una vida lo más normal posible.
Se hace una tarea titánica en medio de la alerta roja por el calor extremo, donde la promesa de lluvias es uno de los pocos alicientes para encarar el día a día.
Así, se vive en una situación inédita, con récords de todo tipo: superar el umbral de temperatura máxima de ola de calor (32,3 °C) por más de 15 días consecutivos, la temperatura en CABA más alta en casi 120 años (38,6 °C el 11 de marzo), picos de consumo eléctrico (29.105 MW al martes 14 de marzo, cuando lo usual es que esté por debajo de los 20.000). Y la lista sigue.
Fuera de las estadísticas, los datos duros y los pronósticos, están las personas, su vida diaria y cómo se ve afectada ante este clima impiadoso y las consecuencias en las fallas de la infraestructura.
De este modo, Abran Paso habló con varios ciudadanos y trabajadores de la zona, que la llevan como pueden.
Así, la vecina Laura Raverán, en Rincón al 700 entre Chile e Independencia, este miércoles contó que desde hacía casi 24 horas estaba sin luz. “Desde ayer a la mañana estamos sin luz y hoy ya sin agua porque la bomba no pudo cargar”.
“No solo en mi edificio, todos los comercios de la zona también están sin luz A la vuelta sobre Chile está la escuela Euskal Echea, donde no hubo clases”, detalló.
“Somos muchos usuarios a oscuras desde ayer. Ojalá encuentren una solución. En mi edificio hay gente grande, bebés, con problemas de salud. La ola de calor nos está perjudicando muchísimo”, añadió.
Ante los apagones, uno espera que haya silencio de sepulcro en el barrio. No obstante, hay que seguir, hacer el mando, no quedarse de brazos cruzados.
En estos casos, el rugido de los grupos electrógenos toma la posta. Son los que permiten a las carnicerías no tener que tirar toda su mercadería. Son los que garantizan el suministro para poder atender al público.
Incluso eso puede salir mal. Por caso, vecinos denunciaron ante este medio que hubo un incendio en La Farola de Independencia y Pichincha por la falla de un generador.
Esto no es de ahora, ya que los apagones se profundizaron con el inicio de la extendida ola de calor. Así, dos semanas atrás algunos negocios locales como La reina (Entre Ríos 528), Join Us (Entre Ríos 510) EL Kiosko de Entre ríos 504, Sakti (Entre ríos 516), Todo Antenas (México 1799) estuvieron cerca de cuatro días consecutivos sin servicio.
Todo esto primero se vivió con desánimo y miedo por las consecuencias de apagones tan prolongados y aleatorios.
Ahora, los vecinos ya muestran su hartazgo con protestas callejeras, con ruidazos y piquetes para exigir a las autoridades y la empresa Edesur que haga las reparaciones necesarias y restablezca el servicio de una forma estable, para no estar con temor a nuevos apagones y problemas.
Desde diciembre se registran cortes callejeros en la zona por este motivo, de todos modos. Por caso entre diciembre y enero hubo varios en Córdoba y Ecuador y también en Corrientes y Boulogne Sur Mer. En Corrientes y Medrano, ya en territorio de Almagro.
Días atrás hubo manifestaciones en Corrientes y Gallo, Corrientes y Ecuador y también sobre avenida Córdoba. Todas por problemas que no son resueltos de forma apropiada y vuelven a generar inconvenientes en la barriada.
En tanto, este martes 14 de marzo hubo un hito, ya que vecinos de distintos barrios en toda la Ciudad de Buenos Aires salieron al unísono al atardecer a cortar calles, quemar contenedores, colocar barricadas, hacer sonar cacerolas.
Villa Devoto, Mataderos, Villa Lugano, Villa Crespo, Almagro, Palermo y tantos otros barrios más se sumaron unidos al reclamo común.
En la zona hubo manifestaciones en Córdoba y Jean Jaurés y ya en la zona en torno a la avenida Entre Ríos se desarrolló un ruidazo en Independencia y Rincón.
Es más, este miércoles 15 de marzo desde las 17 hs se iba a realizar otra protesta similar. “Va a ser para llamar la atención, para hacernos escuchar”, concluyó una de la vecina que, como tantos miles de ciudadanos, padece las consecuencias y la incertidumbre ante los apagones.