Los vecinos y organizaciones sociales de la Comuna 3 presentaron una carta a la Junta ratificando su adhesión a los proyectos de expropiación y patrimonialización del sitio donde en 2004 sucedió la masacre, que dejó un saldo de 194 víctimas.
El escrito surgió como propuesta de la Comisión de Derechos Humanos y Seguridad del Consejo Consultivo Comunal y fue aprobada en la última asamblea.
Los antecedentes
La postura de la entidad ya había sido expresada el 3 de septiembre del 2021, momento en el que se elevó una presentación en la que, además de apoyar las iniciativas de los familiares y sobrevivientes de Cromañón, se proponían difundir el tema en los medios, juntar firmas, divulgar en los colegios de la zona y requerir a los comuneros que hagan llegar el reclamo a los diputados porteños.
Pero en esta ocasión, también pidieron que el mantenimiento del espacio se haga de forma frecuente. “Hemos tomado conocimiento de que cuando se trata de un evento en que asisten legisladores y autoridades del ejecutivo, la Comuna 3 se responsabiliza de la limpieza y el cuidado del predio, pero que esto no sucede de modo habitual.
Conservar el lugar
En virtud de lo expuesto, el Consejo Consultivo solicita a la Junta Comunal que se ocupe y efectivice la conservación del lugar de forma de forma asidua”, expresaron en la carta.
También instaron a que se les comunique lo decidido, dejando constancia en las actas la opinión por comunero y su inmediata publicación en el sitio web oficial o por el medio más inmediato.
El proyecto en la Legislatura
Hace años que los proyectos de ley para patrimonializar y expropiar el predio ubicado en Once están frenados en la Legislatura.
El reclamo porque se declare como patrimonio histórico surgió luego de que integrantes del Movimiento Cromañón conocieran que el lugar fue devuelto a la sociedad offshore Nueva Zarelux S.A, perteneciente a Rafael Levy.
La aprobación de la iniciativa, si bien no le quita el sitio a Levy, le genera ciertos condicionamientos, como no poder construir, ni destinarlo a cualquier actividad, ni modificarle la fachada. En decir, le da un mayor valor histórico y, a su vez, le quita valor económico.
La expropiación
La expropiación es una cuestión más compleja porque en nuestro país eso implica que se indemnice al dueño. En 2020, Silvia Bignami, madre de Julián Rozengardt y miembro de la agrupación, le había explicado a este medio que desde el oficialismo porteño les manifestaron que “no se podía por una cuestión económica”.
Pero para los familiares y sobrevivientes, pasa más por una decisión política que por una problemática presupuestaria.