El martes pasado, trabajadores del Hospital Ramos Mejía (Urquiza 609, Balvanera) protestaron para denunciar la destitución de 35 personas contratadas, ante el cierre de la Unidad Febril de Urgencia (UFU), y la falta de personal. En mayo ya habían colocado una carpa blanca con la misma consigna, cuando los despedidos eran siete.
“Las y los trabajadores/as del nosocomio porteño vemos con preocupación los despidos y la falta de personal para la atención de pacientes en los servicios del Hospital. Hoy son 35, de los cuales muchos son el único sostén de su familia. Seguimos sin tener respuesta del Ministerio de Salud”, manifestó en un comunicado la junta interna de Delegados de ATE del Ramos Mejía.
También solicitan el pase a planta permanente de todos los contratados, aumento salarial, un incremento del plus nocturno, de las guardias técnicas, de los módulos de enfermería y del estrés laboral para todos.

“El GCBA tomó la decisión política de seguir despidiendo. Ya son 35 y creemos que si esto sigue así van a desmantelar el servicio de internación. Por cada enfermero que rescinden van a dejar pacientes sin atención, en un sistema de salud donde faltan, no sobran. Estamos solicitando también el reconocimiento económico para todos los trabajadores de salud que estuvimos en pandemia como también el estrés para los compañeros administrativos y de los servicios generales, porque el Gobierno dice que ellos no estuvieron en la emergencia sanitaria, cuando estuvieron en la primera línea, en las UFU como los servicios de internación, haciendo estadísticas de los pacientes”, le explicó el delegado de SUTECBA, Claudio Gómez, a Manzana 66.
Muchos de los funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires parecen más atentos a las preferencias que se evidencian en las encuestas que la verdaderas necesidades que tiene la población. En un distrito con presupuesto europeo, la salud debería ser una prioridad, empezando por garantizar la mejores condiciones laborales para sus trabajadores, quienes además estuvieron en la primera línea durante la pandemia.