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Las escaleras del Abasto: el ágora del barrio, desde los floggers hasta las protestas políticas

Están ubicadas sobre las calles Agüero y Anchorena. Desde la reapertura del Mercado, como shopping, son lugar de encuentro.

Como silenciosas espectadoras y protagonistas, las escaleras del Abasto, sobre Agüero y sobre Anchorena, asisten al día a día en el centro comercial. Gente que sube y baja con bolsas grandes, medianas, chicas. Están los grupos de amigos y familias que van al cine o al patio de comidas; las citas, los encuentros, los desencuentros.

Sin embargo, estos peldaños oscuros que desembocan en la Plaza del Zorzal (la unión del antiguo mercado sobre Lavalle y el nuevo en Corrientes) no son un sito de paso. Sin una intención inicial, se han convertido en un lugar de encuentro para las grandes manifestaciones públicas y sociales del último tiempo.

A falta de un Eje Cívico delimitado (como las plazas principales frente a la municipalidad en pueblos o ciudades pequeñas), las escaleras del Abasto sirven para el encuentro de grandes multitudes.

A lo largo de los años se han manifestado fenómenos más o menos estables, también hechos relámpago que quedaron registrados en cientos de cámaras de celular, para darlas a conocer en los virales de las redes sociales, otra suerte de ágora contemporánea.

El shopping Abasto abrió en 1998, luego de más de una década del cierre del antiguo Mercado de Abasto proveedor. El centro comercial desde ese entonces fue un punto de encuentro para personas dentro y fuera del barrio.

El primer hito aconteció de forma inesperada. Cerca de 2006, el Fotolog, antecesor de las actuales redes sociales, era la moda entre adolescentes. Tanto, que incluso nació una tribu urbana particular: los Floggers. Solían usar el flequillo largo al costado, usar accesorios flúor, ropa de moda. Eran un eslabón perdido entre rolingas y fanáticos de las fiestas electrónicas o raves.

Al intercambiar fotos de pocos pixeles y mucho photoshop, estos jóvenes pasaron del plano virtual al real y eligieron a las escalinatas del shopping Abasto. No por Gardel, no por la identidad barrial, sí por la proximidad del centro comercial.

Durante años, la atención pública y mediática estuvo posada sobre estos adolescentes. Los canales de televisión estacionaban sobre Agüero y Guardia Vieja en busca de testimonios exclusivos. Los boliches estaban llenos con gente igual a la de las escaleras del Abasto.

El tiempo pasó, los floggers se convirtieron en señores grandes con obligaciones y otros intereses. La vida siguió su curso.

Hace apenas unos años, los viernes a la tarde uno podía pasar por la escalera de Anchorena y Gardel y ver a jóvenes, y no tanto, con bolsones llenos de muñecos, álbumes de figuritas y todo tipo de memorabilia.

Estas tardes de intercambio se daban en llamar Feria Ciruja, un encuentro que nació, también, vía digital. En un grupo cerrado de Facebook se ofrecían distintas figuras de acción y merchandising de series populares (Tortugas Ninja, Dragon Ball Z, Sailor Moon). Quienes reservaban el pedido publicaban “Mío” en las fotos del producto y concretaban la venta en el Abasto.

Este evento llegó a reunir a cientos de personas, con sus bolsos llenos entre incunables del coleccionismo y figuras devastadas por el paso del tiempo o las roturas. Era un coleccionismo “Vale Todo”.

El evento migró a un teatro de la calle Gascón, al lado de las vías del tren Sarmiento, en Almagro. Los organizadores originales se amigaron y se pelearon y formaron otras ferias similares. Sin embargo, su incursión mantuvo en pie la épica de ágora en los alrededores del viejo mercado.

El año pasado se desarrolló la campaña política para las elecciones PASO del 11 agosto y las generales del 27 de octubre. En los alrededores de las escaleras los partidos políticos fijaron sus tradicionales mesas de difusión con afiches, volantes y charlas. Sin embargo, lo resonante fue que allí se desarrolló el entonces popular Flashmob, una reunión espontánea acordada por redes sociales, para cantar la cumbia “Ya fue” de Sudor Marika.

Era una arenga opositora contra el entonces presidente Mauricio Macri, la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “Macri ya fue, Vidal ya fue, si vos querés Larreta también”, entonaron cientos de personas sobre el ágora barrial. Hubo parlantes, cotillón y decenas de videos subidos a las redes sociales para atestiguar el hecho.

La más reciente concentración pública ocurrió el primer jueves de este año. Cientos de fanáticos de los E-Sports (deportes electrónicos) coparon la escalinata que da a Anchorena para vivar a sus atletas preferidos.

Ocurrió en el marco de una jornada histórica para los E-Sports, consolidados a nivel mundial y en crecimiento dentro de Argentina. Por primera vez, se proyectaba en vivo para todo público una serie de partidas.

Hubo 10 equipos (entre ellos el Club Atlético River Plate) que disputaron cinco encuentros durante la quinta jornada del Apertura 2020 de la Liga Master Flow, un torneo donde se juega al League of Legends (LOL).

Los asistentes, en su mayoría Sub – 20, reservaron sus entradas mediante una aplicación, retiraron los vales en la Plaza del Zorzal y disfrutaron en las salas del cine Hoyts el desarrollo de las partidas.

Una vez terminados los encuentros, los fanáticos esperaron a los deportistas para agradecerles, sacarse fotos y pasar el rato sobre las escaleras del Abasto. “No tengo palabras para agradecerle a la Cantidad Enfermiza de gente que fue al Abasto a ver en el cine la jornada”, dijo el deportista Francisco Postiglione.

De las redes sociales a los hechos en la vida real. Las escaleras del Abasto ofician como escenario para las reuniones de grandes multitudes, aquellas que van del pintoresquismo y la cultura popular a las protestas y reivindicaciones de la vida política en el barrio, la ciudad y el país.