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Los habitantes de la Comuna 3 detienen la tala de árboles

Hace dos semanas, lxs vecinxs que viven alrededor de la facultad de Ciencias Económicas, en Córdoba y Junín, se despertaron con un ruido inusual para un domingo, un estruendo ferroso desusado para ese día de la semana. Se asomaron a sus balcones y observaron azorados que habían comenzado a trabajar unas máquinas en el playón de estacionamiento perteneciente a la UBA, y que ya tenían marcadas como víctimas a unos árboles añosos que brindan sombra, recuerdos y un servicio ambiental más que necesario en la segunda comuna con menor espacio verde de toda la ciudad (si bien la OMS -Organización Mundial de la Salud- recomienda entre 10 y 15 metros cuadrados de espacio verde por habitante, en la comuna 3 solo hay cuarenta centímetros cuadrados por vecinx). Por Adrián Dubinsky.

La comunidad de la zona se movió raudamente, llamaron a la fiscalía -en la justicia de la ciudad- y presentaron un amparo colectivo, ambiental. La Justicia de la Ciudad dictó una precautelar, ordenando que “no se tale, ni se pode esos tres árboles hasta tanto no se acompañe con el expediente administrativo que habilitaría las obras”.

Luego pasó a la Fiscalía Nacional de 1ra. Inst. Civ. y Com. y Cont. Adm. N° 8, quien tiene al frente al Dr. Fabian Canda y lograron una medida precautelar que paró el ecocidio. No obstante, durante la semana que siguió, continuaron el trámite pertinente patrocinados por la Dra. Noelia Romero (Abogada de La Política Ambiental, un colectivo de abogada/os ambientalistas) y lograron una medida cautelar otorgada por el Juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 11 a cargo del Juez Cormick. 

El conflicto en sí tiene que ver con que la Facultad de economía necesita espacio para hacer aulas, a lo que les vecines proponen que la construcción de dichas aulas, no sea a costa del poco verde que sobrevive sobre la avenida Córdoba, y que las mismas se integren dentro de un proyecto de construcción que incorpore los árboles en cuestión.

En el expediente se constata que cuando se iniciaron las obras no se realizó ninguna evaluación de impacto ambiental que considerase el posible daño que pudiese ocasionar la poda de esos tres árboles.

La Dra. Romero solicitó que se anule ese expediente, ya que no cumple con el procedimiento legal. Al ser una actividad que genera un daño al ambiente y que eso afecta intereses colectivos, debería haberse realizado un estudio previo. Al estar viciado, se pide la anulación del expediente y que se presente uno nuevo que incluya otro proyecto arquitectónico que no dañe el espacio verde. 

Les vecines organizados tomaron contacto con el Secretaría de Medio Ambiente del Centro de Estudiantes de la UBA, quienes no dudaron en hacer participe al comunero Gabriel Zicolillo, quien rápidamente se puso a disposición de les vecines.

Cuando este cronista consultó con la/os vecina/os, Valeria Satas nos contó que “ni bien comenzó la tala escribimos una carta al Decano de la FCE, que fue contestada remitiéndonos al Rectorado, en diciembre presentamos una carta al Rectorado, pidiendo una reunión para hablar de la situación, que jamás fue respondida”.

Lxs vecinxs fueron enfáticos: no quieren ser vistos como quienes se oponen a la creación de aulas, sino que creen que pueden coexistir junto al sostenimiento de los espacios verdes en una comuna en la que escasea.

Según el Informe Cobertura Vegetal de la Ciudad de 2019 elaborado por el GCBA, en Balvanera la cobertura vegetal comprende apenas un décimo de la superficie total del barrio, ubicándose muy por debajo del ranking de cobertura vegetal por superficie.

En cuanto a la densidad de cobertura vegetal por habitante, Balvanera se posiciona como el barrio de mayor déficit en el ranking que comprende a los 48 barrios de la ciudad. El coeficiente de cantidad de árboles por habitantes indica que en Balvanera hay 0,06 árboles por habitante.

Del total de los escasos espacios vegetados del barrio, el 5,51% son privados o de acceso restringido. En la zona facultad, según cita el mismo informe, se destaca el espacio con vegetación del Museo del Patrimonio Histórico-Palacio de Aguas Corrientes y la zona de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

Les vecines, siguen juntándose todos los lunes a las 18 hs. en el playón para hablar sobre el tema y evaluar los pasos a seguir, pero lo que queda de manifiesto, es que en una ciudad que solo es verde desde los slogans, sus vecinxs son cada vez más conscientes del entorno que desean y se organizan rápidamente cuando sienten que los intereses colectivos se encuentran amenazados.