Desde fines del año pasado, vecinos de la Comuna 3 iniciaron una lucha para construir una plaza pública en la esquina de Perón y Ayacucho, donde antes se ubicaba una estación de servicio y ahora quieren llevar a cabo un proyecto inmobiliario de 20 pisos. Luego de un contacto con la Coordinación Operativa de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, pudieron acceder a documentos tales como permisos para edificar en el lugar y estudios del suelo. Ahora piden que se continúe con el trámite porque todavía tienen algunos interrogantes respecto a los índices de contaminación del espacio.
Con ese objetivo, desde el Consejo Consultivo le enviaron otra carta a la comisión, a cargo de Martina Miranda, a principios de septiembre, luego de decidirlo en asamblea con la propuesta del eje de trabajo Espacio Público y Ambiente. “Nos dirigimos a ustedes con el fin de solicitarles que no den por concluído el trámite n°27393-21. El requerimiento se sustenta en las dudas sobre las diligencias realizadas en el terreno de Ayacucho 150 y Tte. Gral. Perón 2002, CABA, que surgen a partir de la documentación que recibimos de la Agencia de Protección Ambiental (APRA)”, comienza el escrito.
Los vecinos se preguntan si la autorización del proyecto para la realización de obras es anterior o posterior a los estudios realizados en el terreno, si éstos se hicieron en diferentes sectores del lugar alejados o cercanos a los tanques de almacenamiento de combustible o del sector fosas de cambio de aceite y depósitos de la ex estación de servicio, y si los índices de contaminación resultantes de esos estudios fueron tomados en los permisos otorgados.
“¿Qué hacemos con la respuesta dada acerca de la denuncia por olores que fueron negados, aunque los inspectores no pudieron ingresar al predio?”, se preguntaron en la carta y agregaron que están analizando esos interrogantes planteados, buscando apoyo técnico por las consecuencias y el daño ambiental que puede generar una construcción en ese sitio.
“En tal sentido, solicitamos su colaboración para la defensa de los intereses comunitarios y así arribar a una conclusión sobre la contaminación con hidrocarburos y uso de ese terreno”, concluyeron. Según la normativa porteña, para hacer edificaciones en un terreno donde hubo movimiento de combustibles es necesario dejar pasar un tiempo y comprobar si hay residuos en el suelo antes de empezar a edificar, ya que en sitios como estaciones de servicio se vierten químicos y combustibles.
Pero a pesar de las preocupaciones por la preocupación ambiental, el proyecto inmobiliario parece estar firme y con un avance sostenido, aunque los vecinos no bajan los brazos y continúan con la lucha para agregar un nuevo espacio verde a uno de los barrios con más cemento en la Ciudad de Buenos Aires.