Se trata de un proyecto que busca declarar sitio de interés social y cultural de la Ciudad a la Biblioteca Popular “La Casa de Carlino”, ubicada en la calle 24 de Noviembre 167. Esta biblioteca, que cuenta con un vasto catálogo de 4000 ejemplares, funciona desde el año 2019 en el que fuera hogar del poeta porteño Alfredo Carlino hasta su muerte en 2018.
Según los fundamentos del proyecto, la inmensa mayoría de los libros que componen el catálogo perteneció en vida al propio Carlino. Actualmente en ella se llevan a cabo talleres de poesía y lectura, eventos musicales, microteatro, peñas folclóricas, clases de tango y actividades orientadas hacia el bienestar de la comunidad.
El conjunto de estas actividades y quienes participan hacen de la casa un espacio de encuentro comunitario para todos los vecinos del barrio.
Originalmente la casa perteneció a la familia Fumarola. Allí creció Julio César Fumarola, reportero gráfico que se destacó en la revista Siete Días. Comprometido desde joven con las causas populares y sociales, fue dirigente de la entonces Asociación de Periodistas.
Julio fue secuestrado por la Triple A el 5 de febrero de 1974 y su cadáver, con signos de haber sido sometido a torturas y acribillado a balazos, fue hallado a la mañana siguiente en los bosques de Ezeiza. Alfredo Carlino, amigo de la familia, compró la casa en la década del 90 y la convirtió en su propio hogar.
Carlino había nacido en la Ciudad de Buenos Aires el 17 de octubre de 1932. Fue uno de los máximos exponentes de la literatura urbana contemporánea y su obra es reconocida y admirada en todo el territorio nacional e internacional.
Otro 17 de octubre, pero de 1945, siendo apenas un adolescente, participó de la histórica movilización a Plaza de Mayo. Desde entonces su vida y su obra estuvieron marcadas por el peronismo. Desde muy joven dio sus primeros pasos en el periodismo trabajando en el diario Estándar, sintetizando noticias de los cables.
En 1952, comenzó su labor como redactor en la Presidencia de la Nación hasta el derrocamiento de Perón en 1955. También hizo aportes en las revistas Noticias Gráficas, Ahora y Mundo Deportivo, entre otras. En 1973, fue nombrado coordinador de Prensa y Difusión.
Carlino estuvo en las listas negras de las tres últimas dictaduras. En 1955, sobrevivió al trágico atentado del 16 de junio de 1955 en Plaza de Mayo y tras la instauración de la dictadura autodenominada “Revolución Libertadora”, fue perseguido por la ley antiterrorista de Pedro Eugenio Aramburu y de fue a Montevideo donde compartió exilio con Arturo Jauretche.
Más tarde se integró a la Resistencia Peronista. En el año 1966, por la ley anticomunista de Juan Carlos Onganía, y en 1976, por la ley antisubversiva de Jorge Rafael Videla, también sufrió persecución.
Su poesía, relacionada con lo popular urbano, el mundo del tango y lo barrial, se desplegó a lo largo de toda su vida, dejando libros como “El cuaderno de Mabel”, “Poemas ciudadanos”, “Chau Gatica”, “Ciudad del tango”, “Buenos Aires tiempo Gobbi” y “Bailarín Canyengue” y “Evita: del 17 de octubre a la caída”, entre otros.
Chau Gatica fue musicalizado en 1972 por Rodolfo Maderos y Virgilio Esposito, con una ilustración de Ricardo Carpani para el disco larga duración. Su aporte a una cultura de adentro hacia afuera, llena de alma y de calle, fue reconocido en 2003, cuando Carlino fue declarado Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires por esta Legislatura. Su libro “Alfredo Carlino, 50 años con la poesía”, fue declarado de interés cultural por esta Legislatura en el año 2009.
El director de cine Gerardo Vallejo dijo de él: “Carlino es el único poeta argentino que no escribe sus poemas con las manos, como los demás poetas. Carlino escribe golpeando con los puños, como el Mono Gatica.
Por eso sus poemas contienen las peleas permanentes de este Pueblo. Desde que este Pueblo subió al ring de su destino en 17 de octubre de 1945”.
Por su parte, el escritor Jorge Asís, lo retrató así: “el petiso es mucho más que un convocador de versos, él es definitivamente un artista, de breve cuerpo entero, cuando ríe violentamente y cuando condena, cuando bromea y cuando confiesa, cuando proclama, con su divina miniatura, la persistencia en Buenos Aires de una raza de personajes que se empecina en no desaparecer, en dar rienda suelta a una bohemia, a una sabiduría noctámbula que a pesar de todo, nunca se destruirá”.
El 25 de marzo del año 2018 Carlino falleció a sus 87 años en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires. Su casa, situada en el barrio de Balvanera, fue refaccionada para darle lugar a una biblioteca popular que le brinda a la comunidad un espacio de encuentro a través de distintas actividades.
La declaración
El proyecto de declaración de la diputada María Magdalena Tiesso plantea el siguiente articulado.
Artículo 1º: Declárese “Sitio de Interés Social y Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” a la Biblioteca Popular “La Casa de Carlino”, sita en la calle 24 de Noviembre 167, Balvanera.
Artículo 2º: A tal efecto, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dispone la colocación de una placa en la Biblioteca, cuyo texto será el siguiente:
Biblioteca popular “La casa de Carlino”
Declarada Sitio de Interés Cultural
LEGISLATURA DE LA CIUDAD AUTÓNOMA
DE BUENOS AIRES
(fecha)