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Vecinos denuncian ruidos molestos en Manzana 66

Los habitantes de los alrededores del espacio verde de Balvanera sostienen que las clases de gimnasia utilizan música con volumen muy alto y constante, lo que les impide llevar su día a día con normalidad.

Los habitantes de los alrededores del espacio verde de Balvanera sostienen que las clases de gimnasia utilizan música con volumen muy alto y constante, lo que les impide llevar su día a día con normalidad.

Debido al cierre de los gimnasios a puertas cerradas que se produjo con la pandemia de COVID 19, los parques y plazas de la Ciudad se llenaron de grupos que se juntan para realizar actividad física al aire libre. El problema para los vecinos cercanos a Manzana 66 (Av. Jujuy 400, Balvanera, Comuna 3) fue el nivel de volumen de los parlantes de estos grupos, que les impide tener un momento de paz en sus propias casas.

“Somos los vecinos que estamos ubicados alrededor de la plaza, mayormente quienes vivimos del lado de enfrente. Tenemos este contratiempo desde que empezó la cuarentena, que hay varios profesores que van a dar clases de baile. Y el problema no está en eso sino en el nivel del volumen que manejan, que es desmesurado, muy fuerte. Varias veces hemos ido a pedirles si podían bajarlo o si podían ubicar los parlantes de otra manera, voltearlos al menos. Nunca les pedimos que se fueran. Pero no, fue peor, nos desafían y lo suben más”, le comentó Federico Marchetta, uno de los damnificados, a Abran Paso.

Además, no se trata de un solo grupo de baile, sino que son varios y a veces hasta “compiten” por quién pone la música más alta, lo que empeora la situación. Es tal el punto de saturación del sonido que “no se reduce ni cerrando las ventanas”. En este sentido, el denunciante aseveró: “Trabajo de 8 a 18. Vuelvo a casa a estudiar y tengo que estar con tapones para los oídos dentro de mi casa. Aún así se me dificulta concentrarme. Intento estudiar los fines de semana y sigue igual. No hay límite de ningún tipo lamentablemente”.

La cuestión tampoco termina por la noche porque cuando las clases acaban, se arman fiestas y el ruido sigue. “La verdad que no sabemos cómo se manejan este tipo de situaciones. Sabemos que es una contravención porque los derechos de uno terminan donde empiezan los del otro, y eso no está pasando. Yo entiendo el derecho que tiene esta gente de ejercitar, de estar al aire libre. Es un lugar público. Eso está perfecto. Pero no hay porqué arruinarle la vida a la gente por el placer propio. Aunque no parezca, cuando esto se vuelve reiterado o cuando uno se despierta a las 3 de la mañana por esto, se te empieza a desbalancear la vida. Llegó un punto en que no sabemos qué hacer realmente, es desesperante”, manifestó Marchetta. 

También explicó que intentaron recurrir al 911 pero no obtuvieron respuestas debido a que no se trata de una urgencia. Sin embargo, gracias al contacto con Alberto Aguilera, coordinador de la Red de Vecinos Manzana 66, algunos de los afectados por la problemática, que estaban dispersos por la cuadra, pudieron reunirse por una causa común y dialogar sobre lo que sufren en la cotidianeidad. Y destacó que uno de los policías de la plaza se solidariza con ellos y les pide que bajen el volumen de la música, pero lo hacen solo por un momento. A pesar de la insistencia del oficial, no tiene ninguna orden para requisar los parlantes por lo que, como no hay una consecuencia, se sigue transgrediendo la solicitud, aseguró el vecino.

En estos días se realizará un reunión con un comisario para debatir posibles soluciones. “Nosotros no prohibimos nada, solo pedimos un poco de moderación, vivir en comunidad y en paz. La seguiremos peleando y esperamos que dé resultado. Sabemos que esto se debe a que la pandemia no permite hacer gimnasia dentro de los establecimientos y complica un poco las cosas pero hay que adaptarse, y todos nos estamos adaptando a lo que sucede. El primer paso fue reunirnos y ver que había más gente que estaba sufriendo lo mismo. Ahora no vamos a aflojar”, concluyó.