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Las manos y las ideas detrás de los ataques

Continúan los daños a espacios políticos, sociales y culturales de Balvanera y Almagro. Vecinos creen tener identificado a uno de los autores de las pintadas con mensajes negacionistas y de odio. Por Juan Manuel Castro.

Quién o quiénes están detrás de los escraches a espacios culturales, sociales y políticos de Almagro, Balvanera y Abasto que se registran desde hace al menos tres años. Por el mensaje, está claro a qué espectro ideológico pertenece. No obstante, ponerle nombre y apellido, más difícil.

Baldosas que recuerdan a detenidos-desaparecidos en dictadura, dañadas; una placa en homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo en el Parque de la Estación, rota a mazazos en varias ocasiones; consignas como “Fuerza feminazis”, pintadas en varias ocasiones y con insistencia.

La lista es larga, pero el hilo conductor se puede resumir en: el objetivo es arruinar todo aquello que tenga que ver en la zona con políticas de derechos humanos, al considerarlas una “reivindicación del terrorismo” y lo que aluda a feminismos al entenderlo como “ideología de género”. Dar miedo, dar una advertencia, marcar la cancha. Las lecturas posibles son varias. 

Así, vecinos y referentes de fuerzas vivas –estas mismas damnificadas por las acciones vandlálicas- han estado frente a frente con al menos uno de los autores de estas roturas, pintadas y amenazas. El último de los hechos ocurrió días atrás cuando un grupo de vecinos juntaba firmas en torno al Parque de la Estación. 

Según reconstruyeron varios de los presentes, un muchacho de entre 25 y 40 años –que andaba en una bicicleta plegable de color negro, de contextura mediana y sin cabello- se acercó y empezó a increparlos con términos como “feminazis”. Por su acento, puede que sea un residente extranjero. En otros encontronazos con ciudadanos llevaba una pulsera con la bandera del arcoíris, símbolo de la comunidad LGBT (en pintadas de octubre de 2021 frente a la Universidad Popular de Barrios de Pie se acusa a Carl Marx: “Los gays no apoyamos homofóbicos”). 

“No vamos a permitir que criminales pinten sus símbolos en el parque”, habría dicho este hombre a los vecinos. Por criminales se refiere a los hijos de las Madres de Plaza de Mayo.

Esta forma de interpretar la historia reciente argentina es parte de los discursos vigentes de las derechas radicalizadas, cuyos mensajes se pueden encontrar fácilmente en redes sociales, videos de Youtube e incluso foros temáticos. Va más allá de la antigua “teoría de los dos demonios” con respecto a la interpretación del terrorismo de Estado. 

Asimismo, el hombre se refirió de forma puntual al mural realizado por los vecinos del Parque de la Estación y otras fuerzas vivas sobre una de las paredes que hay en la esquina de Anchorena y Perón.  Fue pintado por los ciudadanos durante un festival ambiental organizado por la comunidad, que se llevó a cabo el 22 de octubre del 2022. 

El diseño condensa la historia de lucha vecinal para lograr la construcción del parque. Además, tenía unos Pañuelos Blancos y la bandera Wiphala, símbolo de la lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y emblema de las comunidades originarias andinas, respectivamente.

Justamente, estos símbolos fueron tapados con pintura negra. El mensaje de amedrentamiento se condice con lo proferido por este hombre, el señalado como uno de los autores de ese y otros escraches en la zona.

La historia del mural del Parque de la Estación continúa: hubo una segunda vandalización, con un stencil también usado frente a la Universidad Popular de Barrios de Pie, en Anchorena al 300. “Los hijos de las Madres de Plaza de Mayo mataron mujeres y niños con sus bombas”, dice la pintura, similar a la ideología manifestada por este individuo en bicicleta.

El mural fue restaurado y luego vuelto a vandalizar. Hay una denuncia y el repudio de distintas fuerzas vivas –incluida la Legislatura porteña- fue considerable. No obstante, en el presente el mural sigue dañado: tras las consignas de odio y negacionismo luego le pintaron grafitis de distinto tipo, cubriendo una mayor parte de la pared, haciendo ahora más difícil su reparación.

Al otro lado del parque, en la escalera de Bustamante y Díaz Vélez, los mismos vecinos del Parque de la Estación y el Taller Casonero de Mural Comunitario realizaron un mural por los 40 años de la guerra de Malvinas. El mismo no fue atacado.

Queda claro así que el objetivo de esta o estas personas no es ir detrás de vecinos o fuerzas vivas particulares, sino atacar símbolos de derechos humanos, de feminismos y demás expresiones políticas y culturales.

A raíz del altercado producido durante la junta de firmas, muchos vecinos evocaron que mientras se pintaba el mural del parque, en octubre pasado, esta misma persona se hizo presente para generar un clima hostil. 

Dos meses más tarde, en diciembre de 2022, este hombre fue vuelto a ver por vecinos y representantes de fuerzas vivas. El hecho quedó registrado por militantes de Movemos CABA, que tiene una sede partidaria en la calle Humahuaca (en el frente había una cerámica con el Pañuelo Blanco, la misma fue robada por militantes libertarios, quienes transmitieron de forma online el momento en que la rompieron con un martillo; hubo un posterior acto de desagravio ante el hecho de violencia política).

Vale recordar que –como en muchos otros espacios públicos- los vecinos pintaron una serie de Pañuelos Blancos en torno al mástil central. 

Entonces, en varias ocasiones durante el último tiempo estos pañuelos aparecieron tachados con pintura. Los mismos vecinos e integrantes de fuerzas vivas los repintaron las veces que fueron necesarias.

En ese contexto, hubo vecinos que lograron filmar a un hombre tachando con aerosol los pañuelos. Se trata del mismo hombre de mediana edad, en bicicleta plegable.

Este encuentro entre los vecinos y el autor de los esraches fue breve, pero quedó registrado en un video divulgado por Movemos CABA. Aprovechando que lo estaban filmando, el individuo empezó a hablar en contra de las Madres de Plaza de Mayo, de lo que él considera terrorismo y otros aspectos que se condicen con las consignas plasmadas en los centros culturales, teatros y espacios sociales de la zona.

En general, estos ataques no llevan una firma personal ni es atribuida en primera instancia por un partido político puntual. 

El caso donde sí hay una referencia es en el mural en recuerdo de estudiantes detenidos-desaparecidos de Almagro, frente al polideportivo de Sarmiento y Medrano. Allí escribieron la consigna “Milei 2023”. 

Meses atrás, durante un móvil del canal La Nación Más un cronista hacía uso de la palabra cuando un muchacho con las mismas características que gritó “Milei 2023” de forma rápida. 

El hecho fue compartido en Twitter por el legislador porteño Ramiro Marra. Se puede deducir que el legislador no distinguió a esta persona, por lo cual si milita en el libertarismo no es alguien cercano a quienes ejercen la función pública o forman parte central del partido. 

Como sea, este hombre, señalado como uno de los autores más activos contra los espacios sociales del Abasto, llevó a la acción lo que pregonan los discursos de odio vigentes. Es por esto que muchos vecinos y referentes de fuerzas vivas locales muestran su preocupación. 

No se trata solo de daño a la propiedad privada (los baldazos de pintura frente a teatros o centros culturales) o la destrucción de mobiliario público (placas o murales), sino la instalación de un discurso que abre las puertas al ejercicio de la violencia contra quien piensa diferente.