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Un buffet con historia xeneize

Los espacios gastronómicos de los clubes son lugares emblemáticos para sus socios y simpatizantes. La institución deportiva más grande de Argentina también tiene el suyo y cuenta con muchas anécdotas. Por Ulises Barreiro.

Durante 1940-1953 el buffet xeneize era manejado por don Crespo

Si viajáramos en el tiempo, hacía mediados de la década del 50, elijamos el año 1953, en el mes de marzo y más precisamente al Club Atlético Boca Juniors, nos encontraríamos con varias cuestiones. Como no puedo enumerarlas todas en una nota on-line, comenzaré con lo que más nos gusta a los ciudadanos:, ir a tomar un café.

Ingresando por la entrada del Club de la calle del General Brandsen 805, subimos un piso, y allí ya funcionaba un buffet, un bello buffet boquense. No muy grande, pero si muy amigable para las y los xeneizes. Hasta sus sillas eran una belleza del tiempo y la madera, como verán en la imagen. Tenía dos hileras de mesas y sillas a sus costados, una bandera de con las iniciales C.A.B.J. y otra de argentina a su costado. Vale aclarar que los nacionalismos por la década del 30, 40 y 50 hicieron estragos en la especie humana, llevando a una dos guerras mundiales.

Ya dentro del club, nos dirigiríamos al Buffet y allí lo atendía don Crespo y su familia, su esposa, su hijo, y unos empleados. Todos eran del barrio de La Boca, lo que llamamos una familia boquense de pura cepa.

Después de tomar el café, observaremos que en otra mesa conversaban Francisco Lombardo, sí “pancho”, José Borello, Benicio Acosta Barreiro, y el leoncito Natalio A. Pescia. “Mama Mi” si pudiera ver esa escena, vendería mis órganos por poder estar allí. Las conversaciones que mantendrían sobre la próxima gira al continente europeo durante el mes de diciembre de 1953. Qué llevar en las maletas, que traer en las mismas, en fin, alegría boquense.

Por los pasillos del club, caminaba el entonces Presidente Daniel J. M. Gil junto a uno de sus vocales, Matías Rodríguez Conde, conversando diversas cuestiones financieras. Los veíamos desde la mesa donde estábamos sentados.

En fin, a la hora de volver de 1953 al presente, en 2022, ya se acercó, así que nos despedimos de Don Crespo y su familia, los empleados, y salimos rumbo a la escalera. Luego, del Hall Central, salimos a la calle, y en la puerta de Brandsen 805, la tele-transportación hizo su efecto, y volvimos a 2022.

Si usted es xeneize, no me diga que no disfrutó de este viaje en el tiempo. Sabemos que para el mes de junio de 1953, el señor Crespo ya presentó severos problemas de salud y no pudo mantener la concesión del Buffet, por lo que le presentó una nota a la Comisión Directiva anunciando que no podría continuar con la explotación de la misma. En ese entonces, otra historia en el Buffet comenzaba.