A menos de una semana del paro realizado en los 34 hospitales de la CABA, trabajadores del Ramos Mejía (Gral. Urquiza 609, Comuna 3) colocaron una carpa blanca, donde están juntando firmas, para exigir la reincorporación de siete de sus compañeros despedidos que estuvieron trabajando durante toda la pandemia, evitar que esto siga sucediendo y reclamar aumento salarial y el pase a planta a todo el personal.
En la asamblea del lunes pasado, día en que se colocó la carpa, a través del megáfono se podía escuchar: “Larreta, Quiróz, no somos descartables. Pedimos la reintegración inmediata de estos compañeros, entre ellos una mujer embarazada con amenaza de parto prematuro. Exigimos aumento de guardias técnicas, de módulos de enfermería, estructura para servicios generales y administración”.

Durante los picos de casos de COVID 19, el Gobierno de la Ciudad empleó personal para cubrir la alta demanda en los centros de salud y cuando los casos comenzaron a bajar, también empezó el plan de despidos. Sin embargo, desde el Ramos Mejía sostienen que se necesitan más recursos humanos y que las rescisiones van a afectar a todos los servicios del hospital.
Pero además, esos acuerdos se renuevan mes a mes, lo que supone un estrés constante para ellos: “Nos sentimos descartables porque venimos luchando durante toda la pandemia, que fueron dos años y continúa. Hace dos años nos vienen contratando mes a mes, llegamos a fin de mes pensando si nos van a emplear nuevamente o no. Es muy estresante. Fuimos convocados para hacer un examen para quedar en planta hace casi 12 meses y todavía no tenemos asegurada la continuidad en el hospital”, le dijo uno de los trabajadores a Manzana 66.
Por su parte, Claudio Gómez, delegado de SUTECBA por el Hospital Ramos Mejía, explicó: “Hacemos una carpa blanca en protesta por lo que ha hecho el GCBA, que es el despido de compañeros que estuvieron arriesgando su vida y la de sus familiares, y que están trabajando en las áreas cerradas como terapia intensiva, unidad coronaria, la guardia y los servicios de internación abierta”.
Y agregó: “Le decimos a Larreta que si eso es transformación, la verdad está equivocado… Transformación no son despidos, no son salarios por debajo de la línea de la pobreza, no es negarle el estrés a los administrativos ni a los compañeros de servicios generales, no es congelar las vacantes como las tenemos congeladas hace muchos años. Tenemos cerca de 100 vacantes congeladas de puestos de trabajo de camilleros, administrativos y enfermeros. En estas condiciones estamos trabajando, con sobrecarga laboral por la falta de personal y todavía el Gobierno de la Ciudad en el nombre de la transformación despide compañeros que estuvieron en la pandemia poniendo el cuerpo. Vamos a estar hasta que se los reincorpore. En una situación crítica de falta de recursos humanos, Larreta despide siete compañeros”.