El local bailable República Cromañón finalmente se convertirá en un espacio de Memoria gracias a la lucha de familiares y sobrevivientes. La iniciativa para declarar de “utilidad pública y sujeto a expropiación” el inmueble situado en Bartolomé Mitre 3038/78 recibió el respaldo de todas las bancadas en el Senado, en una sesión especial.
El proyecto ya había recibido media sanción el 12 de octubre, y el jueves pasado se convirtió en ley, con 60 votos a favor y uno en contra. La norma también estableció que se lo destine a la creación de un espacio dedicado al recuerdo de lo ocurrido el 30 de diciembre del 2004, “cuando un estrago causó la muerte de al menos 194 personas y miles de heridos”.
En el sitio se creará una muestra permanente que reflejará la historia de lo ocurrido y se organizarán actividades culturales e informativas. La puesta en funcionamiento y administración del lugar estará a cargo de la autoridad de aplicación, con participación de los familiares de las víctimas fatales y las sobrevivientes.
Según la iniciativa, la edificación (compuesta por el inmueble, la calle aledaña y el santuario armado fuera del local) gozará de la protección por parte del Estado y deberá conservar elementos testimoniales de la masacre, “que hacen a su valor histórico-cultural y configuran la memoria histórica que se debe preservar”. Asimismo, se deberán garantizar acciones de conservación preventiva, curativa y de restauración dentro del predio.
El establecimiento había sido restituido en octubre del 2018, por decisión del Tribunal Oral Criminal 24, a la sociedad “Nueva Zarelux” de Rafel Levy, quien era propietario de Cromañón cuando sucedió la masacre.
En una conferencia de prensa previa a la sanción de la ley frente al edificio del Congreso, familiares y sobrevivientes señalaron que “la expropiación es la única forma de lograr que allí no haya otra cosa que un espacio para la memoria”, a la vez que enfatizaron: “Este es un momento histórico para el conjunto de la sociedad, representada por senadores y senadoras, que tienen la oportunidad de saldar una deuda con una generación entera. En definitiva, una deuda con la sociedad toda”.
En esta línea, luego de la aprobación, el Movimiento Cromañón publicó en sus redes sociales: “Hemos dado todas las discusiones políticas: las de forma y las de contenido. Dedicamos nuestro tiempo y el que no teníamos a pensar y analizar estrategias, objetivos y estudiamos todas las vías posibles para dar a conocer la importancia de que el sitio fuera resguardado y expropiado. Hoy llegamos hasta acá con un aprendizaje invaluable y con la convicción de que así como nadie jamás nos regaló nada también sabemos que es nuestro derecho y es la obligación del Estado garantizar políticas de derechos humanos por la memoria, la verdad y la justicia. Con enorme alegría podemos decir ¡Es ley!”.