A escasos días del inicio de las clases en la Ciudad de Buenos Aires, un importante número de padres y alumnos se enteraron en las últimas horas que la institución educativa a la que acuden no abrirá sus puertas.
Se trata Centro Educativo Nuevo Horizonte, del barrio porteño de San Cristóbal, que con su decisión afectó a más de 250 familias que ya han comprado uniformes y útiles y hasta han pagado las matrículas en diciembre, y a 90 docentes que trabajan allí, sin embargo, desde la institución comunicaron este martes 7 de febrero que el colegio será vendido y por ende cierra sus puertas.
La desesperación de los padres, algunos de ellos de hijos con discapacidades, que deberán salir a buscar vacantes en un nuevo colegio, problemática que se profundizó durante los últimos años en la Capital Federal. Por su parte, los maestros y profesores deberán buscar trabajo en otra institución tras el cierre anunciado.
La comunidad educativa en su conjunto se hizo presente en las puertas de la institución, ante la alarmante y sorpresiva decisión de los dueños de dicha institución privada.
A pesar de que los padres han sugerido medidas alternativas para evitar el cierre de su institución (aumentar la cuota, solicitar un mayor subsidio por parte de GCABA, implementar un esquema de cooperativa, etc) las autoridades se niegan a toda instancia de diálogo para encontrar una solución favorable para los alumnos y los docentes del centro educativo Nuevo Horizonte.
La manera intempestiva en que se anunció el cierre de la institución a pocos días del inicio del ciclo lectivo 2023 es un escándalo que sirve de muestra de como muchas escuelas de gestión privada tienen como prioridad su ganancia y rentabilidad y no la preocupación por el desarrollo educativo de sus alumnos.
Por otra parte, desde el Ministerio de Educación, cuya responsable es Soledad Acuña, todavía no se ha brindado una respuesta acorde a la gravedad de la situación. De hecho, la comunidad educativa no ha recibido ningún tipo de solución por parte de la directora general educación de gestión privada,, Constanza Ortiz.
A la ya de por sí gravísima situación, se debe sumar que un porcentaje importante de sus estudiantes son chicos con autismo, con síndrome de down, con de situaciones conflictivas, que vienen a generar más dificultades a las familias. Desde las autoridades de la institución lo único que se informó es que el inmueble se encuentra vendido y que no hay vuelta atrás en esa decisión.
Por otra parte, cabe destacar que Nuevo Horizonte está subvencionado en un 60% por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sin embargo, con ese aporte no ha podido afrontar las dificultades económicas y financieras que pudieran haber tenido, y la Dirección General de Educación Privada no ha realizado el seguimiento para evitar llegar a semejante situación dramática y desesperante para los estudiantes, docentes, personal auxiliar, padres y el resto de la comunidad educativa.
En un escueto e impreciso comunicado, la institución Nuevo Horizonte brinda argumentos poco concisos sobre los motivos del cierre de la escuela. Entre ellos menciona la situación económica del país, o el incremento del salario de los docentes y no docentes.
Nada se informa sobre la administración de la subvención por parte del GCABA, ni de una salida alternativa que no perjudique a más de 250 estudiantes y 90 docentes que conforman la comunidad educativa, que siempre ha estado dispuesta a encontrar una solución para la continuidad de la institución Nuevo Horizonte.
“Desde el Izquierda Socialista, en FIT-U consideramos que de manera imperiosa los funcionarios del ministerio de educación del GCABA deben responsabilizarse de esta situación expropiando el inmueble y garantizando los derechos de los estudiantes y los trabajadores de la educación de esta institución”, destaca la Diputada en los fundamentos del proyecto.